Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
No
El hígado de pollo tiene niveles altos de vitamina A—un nutriente esencial que puede ser tóxico cuando se consume en exceso. Por esta razón, ten cuidado de limitar el tamaño y la frecuencia de la porción; 1 a 2 cucharadas de hígado de pollo una vez a la semana es suficiente.
El hígado de pollo se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo para comer sólidos, que es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Ten en cuenta que el hígado de pollo tiene muchísima vitamina A—un nutriente esencial que puede ser tóxico cuando se consume en exceso. Por esta razón, ten cuidado de limitar el tamaño y la frecuencia de la porción; 1 a 2 cucharadas de hígado de pollo una vez a la semana es suficiente.
El pollo puede ser una de las proteínas más consumidas del mundo, pero el poderoso hígado a veces es pasado por alto, a pesar de que es uno de los alimentos más nutritivos que podemos comer. El hígado de pollo, el hígado de vaca, el hígado de pescado y los hígados de todos los seres sintientes son la fuente central de nutrientes del cuerpo de estos animales. Este órgano vital purifica toxinas y procesa vitaminas y minerales durante la digestión, pasando algunos de estos nutrientes para alimentar las funciones corporales y otros para almacenarlos con el fin de obtener energía. La gente a menudo ama u odia el hígado por su sabor distintivo: una mineralización intensa que combina bien con frutas y verduras dulces y grasas sabrosas como el schmaltz, la cual es la grasa extraída de la piel de pollo que agrega riqueza a platos como la preparación tradicional judía de hígado picado.
Sí, con moderación y como parte de una dieta variada. Al ofrecer hígado de pollo a los bebés, una pequeña cantidad es suficiente. El hígado de pollo tiene altos niveles de vitamina A. La vitamina A es un nutriente esencial, pero puede ser tóxica si se consume en exceso. Por este motivo, hay que tener cuidado de limitar el tamaño de la porción y la frecuencia; 1 o 2 cucharadas de hígado de pollo una vez a la semana es suficiente.
El hígado de pollo es rico en grasas y proteínas, además de colina, hierro, ácido fólico, selenio, zinc y vitaminas A, B12 y otras vitaminas B. En conjunto, estos nutrientes proveen energía para que los bebés puedan jugar y explorar, y promueven el desarrollo cerebral, el crecimiento, la fuerza, los glóbulos rojos, las hormonas, la función inmunológica, la percepción del gusto, la visión y los procesos metabólicos.
No existen suficientes investigaciones acerca de la seguridad de los suplementos de hígado de pollo para los bebés, por lo que se deben evitar.
No. El pollo no es un alérgeno alimentario común, aunque se han reportado casos de alergia a las aves de corral. El pollo también puede ser un desencadenante del Síndrome de Enterocolitis Inducida por Proteínas Alimentarias, (SEIPA/FPIES), que resulta en vómitos y/o diarrea 2-4 horas después de la ingestión de carne de pollo.
Aunque raro, ciertas personas con alergias al pescado pueden tener un mayor riesgo de ser sensibles al pollo. Algunas personas con alergia a las plumas de ave y al huevo también tienen resultados positivos en las pruebas de alergia a la carne de pollo. Sin embargo, esto no suele dar lugar a síntomas después de la ingestión de carne bien cocida, ya que la proteína alergénica es sensible al calor. Por lo tanto, las pruebas de rutina para la alergia a la carne de pollo no se recomiendan en casos de alergia al huevo.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí. El higado de pollo puede ser firme y difícil de masticar, cualidades que aumentan el riesgo de ahogamiento. Para minimizar el riesgo, evita cortar el higado en cubos y prepáralo y sírvelo de manera apropiada de acuerdo a la edad de cada niño/a. Además, asegúrate de no cocinar demasiado el higado de pollo, ya que esto hace que se seque y sea más difícil de masticar y gestionar para tragar. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Aprende sobre la diferencia entre arcadas y ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
Puedes hacerlo si lo deseas, pero desde un punto de vista del desarrollo, no es necesario comenzar con alimentos sin textura. A los bebés se les pueden servir versiones modificadas de lo que tú comes. Utiliza nuestra base de datos First Foods para descubrir cómo servir cualquier alimento de forma segura.
Hay muchos alimentos que pueden ser excelentes opciones. Busca alimentos que permitan que el/la bebé se alimente solo/a fácilmente, que tengan bajo riesgo de ahogamiento y que ofrezcan los nutrientes que los bebés necesitan, como el hierro. Algunos de nuestros primeros alimentos favoritos incluyen brócoli al vapor, avena, y semilla de mango. Obtén aún más ideas en nuestra guía, 50 alimentos sensacionales para comenzar sólidos.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Sirve el hígado de pollo cocido en puré o paté de hígado de pollo solo en una cuchara precargada o úntalo sobre otros alimentos apropiados para la edad, como tiras de pan tostado o una galleta para la dentición. Considera limitar la ingesta de hígado de pollo del/a bebé a un par de cucharadas una o dos veces por semana, lo que es suficiente para satisfacer las necesidades de vitamina A de un/a bebé sin excederlas.
Sirve rodajas finas o pedazos del tamaño de un bocado de hígado de pollo cocido para que el/la bebé coma con sus manos, ya que alrededor de esta edad los bebés desarrollan el agarre de pinza, lo que les permite recoger pedazos más pequeños de comida. También puedes continuar ofreciendo el hígado de pollo preparado en forma de un paté y untarlo en otros alimentos. Explora la posibilidad de agregar las especias favoritas de tu familia al paté. Considera limitar la ingesta de hígado de pollo del/a bebé a un par de cucharadas una o dos veces por semana, lo que es suficiente para satisfacer las necesidades de vitamina A de un/a bebé sin excederlas.
Sirve el hígado en rodajas finas o en pedazos pequeños del tamaño de un bocado o continúa ofreciéndo el hígado en forma de paté sobre pan tostado o galletas de arroz. Considera limitar la ingesta de hígado de pollo del/a niño/a a un par de cucharadas una o dos veces por semana, lo que es suficiente para satisfacer las necesidades de vitamina A del/a niño/a sin excederlas.
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