La dermatitis atópica, o eczema, especialmente si es grave, puede hacer que el comienzo de la alimentación complementaria sea extremadamente difícil e incómodo. Consulta estos consejos de la alergóloga de Solid Starts, la Dra. Sakina Bajowala, y una de las mamás del equipo de Solid Starts, Mindy Lee, para evitar que tu bebé esté incómodo(a) y para poder crear una experiencia amena a la hora de comer. También te tenemos buenas noticias: la mayoría de los casos de dermatitis atópica infantiles mejoran significativamente a medida que el/la bebé crece… así que sí hay luz al final del túnel.
Los bebés con eczema severo tienen probabilidades más altas de tener alergias alimentarias que los bebés sin eczema. Además, bajo la dirección de un(a) alergólogo(a) pediatra, los bebés con eczema pueden beneficiarse de la introducción temprana a los alérgenos alimentarios, especialmente el huevo y el maní, para ayudar a prevenir esas alergias alimentarias. Para obtener más información sobre la prevención de alergias, consulta nuestra página acerca de las alergias.
Cuando trabajes con un/a alergólogo/a pediatra, mantén las pruebas de alergia enfocadas en los alimentos que tú sospechas que podrían causar alergias. Es menos probable que una prueba específica a un alimento que ya ha causado síntomas o que esté asociada con un alérgeno conocido dé un resultado falso-positivo. En comparación, los paneles de pruebas de detección amplios (tanto las pruebas cutáneas como las pruebas de sangre) están plagados de resultados falsos-positivos y eso puede resultar que la dieta del/a bebé se restrinja innecesariamente. El estándar de oro para determinar si un alimento es un desencadenante alergénico y determinar qué alimentos son seguros para comer son los desafíos alimentarios orales en la clínica de tu alergólogo(a).
Antes de servir la comida, pon una capa delgada de ungüento, como vaselina pura o un bálsamo de aceite/cera a base de plantas, en la cara del/a bebé para que actúe como barrera. Esta capa de protección ayudará a prevenir las erupciones por contacto y servirá como barrera entre los ácidos y los alérgenos en los alimentos y la piel sensible del/a bebé.
Si bien puede ser tentador limpiar la salsa o el yogur de las mejillas y la barbilla del/a bebé, trata de no limpiar la piel repetidamente durante las comidas. Frotar o limpiar repetidamente la comida de la cara del/a bebé puede irritar la piel y molestar al/a bebé, lo que también puede conducir a una asociación negativa con la silla alta/trona y la hora de comer. Usa un ungüento como barrera antes de las comidas como se describió anteriormente y espera hasta que termine de comer para limpiar al/a bebé.
Cuando limpies la cara del/a bebé después de una comida, usa agua tibia, no caliente, y, si es necesario, un trapito húmedo suave, sin fragancia ni colorantes. Seca la piel del/a bebé y luego aplica una cantidad generosa de humectante hipoalergénico.
Si los dedos del/a bebé están doloridos o irritados, mantén un recipiente con agua fría cerca, durante la comida, para que el/la bebé pueda sumergir sus manos y refrescar su piel.
Muchos bebés prefieren comer con las manos porque es más fácil, más rápido y no requiere las habilidades motoras finas necesarias para el uso independiente de los utensilios, pero los utensilios ayudan a minimizar el contacto directo de los alimentos con la piel. Demuéstrale cómo comer con cubiertos, tenedores, cucharas y palillos precargados pasándoselos al/a bebé en el aire. Trata de usar varios utensilios a la hora de comer para que el/la bebé siempre tenga uno para sostener mientras cargas el siguiente con comida.
Utiliza un diario o usa la aplicación Solid Starts para llevar un seguimiento y notar si hay algún patrón. Hacer esto puede ayudarte a comprender mejor las reacciones de tu hijo(a) a los alimentos.
Sigue las instrucciones de tu médico en cuanto a cómo tratar el eczema del/a bebé con cremas hidratantes y tratamientos tópicos. Los estudios han demostrado que aplicar una pequeña cantidad de pomada antiinflamatoria tópica dos veces por semana en las áreas propensas a los brotes de eczema puede resultar en una exposición acumulada de esteroides más baja que la aplicación de estos medicamentos según sea necesario.
Durante un brote, evita ofrecer alimentos ácidos como el tomate o la piña y procura evitar especias como la cayena. Durante los brotes, el contacto directo con alimentos ácidos o picantes puede causar escozor o ardor. Lo mismo ocurre con los alimentos extra jugosos o pegajosos.
Ayuda a tu hijo(a) a encontrar la forma de expresar sus experiencias, cosas como la “picazón” y la “comezón”. Si bien tomará tiempo que asocien las palabras con su significado, esto ayudará a tu niño(a) a poder decirte cuándo siente picazón o cuando siente que se avecina un brote en el futuro.
Si la hora de la comida se está convirtiendo en una experiencia negativa porque tu hijo(a) tiene demasiada picazón o su piel comienza a inflamarse y hacer que se sienta incómodo(a), está bien parar la comida y tomar un descanso. No fuerces las cosas. Siempre puedes volver a la mesa más tarde.
La dermatitis atópica o eczema puede aparecer más roja e inflamada si el/la bebé se sobrecalienta, llora o se frota con algo, así que no culpes siempre a la dieta del/a bebé. Si bien habrá alimentos que desencadenan o exacerban más el eczema de tu hijo(a), a menos que tu médico(a) profesional te haya indicado lo contrario, no elimines estos alimentos de la dieta del/a niño(a). Si eliminas estos alimentos, esto puede conducir a una restricción innecesaria. De hecho, evitar el alimento podría aumentar el riesgo de desarrollar alergias.
Si están batallando mucho o si sospechas que el/la bebé puede desarrollar una asociación negativa con la alimentación, pídele a tu proveedor de atención médica que te remita a un(a) terapeuta de alimentación para que los apoye en esta experiencia.
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