Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
El durazno, si está maduro y suave, se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Siempre y cuando la fruta esté bien madura y suave, o cocida hasta que tenga una textura suave.
Los duraznos se originaron en el este de Asia en donde los árboles de la fruta han influenciado el arte, la literatura, la medicina y la espiritualidad por miles de años. Hoy en día, esta fruta jugosa se cultiva en climas templados alrededor del mundo. Los duraznos frecuentemente representan el pico del verano junto con las cerezas, las ciruelas y las nectarinas–las hermanas de piel lisa del durazno.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Ofrece duraznos muy maduros sin la semilla cortados por la mitad, con la cáscara. Dejar la piel ayuda al/a bebé a agarrar la fruta resbaladiza pero si te pone nervioso/a retira la cáscara el durazno y espolvoréalo con coco rallado o frutos secos o semillas finamente molidas para que no se resbale con tanta facilidad y para añadir agarre. Si el/la bebé da una mordida muy grande al durazno, respira profundo y evita meter tus dedos en su boca. Mejor, híncate enfrente del/a bebé e intenta que mire hacia abajo para permitir que la gravedad le ayude a sacar la comida de su boca. De manera alternativa, puedes machacar el durazno y mezclarlo con alimentos que se puedan servir con cuchara como gachas o yogur. Si te sientes cómodo/a, puedes ofrecerle un durazno entero, siempre y cuando la fruta sea más grande que la boca del/a bebé y esté muy madura y suave. Si el/la bebé come suficiente pulpa como para exponer la semilla, puedes retirarlo y ofrecerle algo más, o puedes quitar la semilla y devolverle el resto de la nectarina para que el/la bebé la muerda.
Sirve rebanadas de durazno suave y maduro con o sin la piel. Si el/la bebé no está listo/a para agarrar las rebanadas de durazno, continúa ofreciendo mitades de durazno con o sin piel. Ya que los duraznos son tan resbalosos, los pedazos del tamaño de un bocado pueden ser un reto demasiado grande para el/la bebé pero también puedes intentar espolvorear los pedazos pequeños con coco rallado o frutos secos molidos finamente.
Continúa sirviendo rebanadas delgadas de durazno maduro o mitades de durazno maduro para que el/la bebé pueda practicar dar mordidas. De manera alternativa, corta el durazno maduro en pedazos del tamaño de un bocado y precarga un tenedor con los pedazos.
Si te sientes cómodo/a, considera ofrecer al/la niño/a un durazno maduro completo. Recomendamos que tú comas uno al mismo tiempo para demostrar cómo se muerde y evitar el hueso. Toma un par de bocados y enséñale el hueso duro que está en el centro. Toca el hueso con tus dedos y di “estoy comiendo alrededor de esta parte dura”. Si el/la niño/a intenta poner el hueso en su boca, simplemente remueve el hueso y continúa con la pulpa de la fruta. Si el/la niño/a accidentalmente se mete un hueso en la boca, intenta no entrar en pánico. Recuerda que el hueso produce un reflejo nauseoso fuerte para mover el hueso hacia adelante y expulsarlo de la boca. Híncate junto al/a niño/a y dile en una voz calmada “escupe eso por favor”. Pon tu mano debajo de su barbilla mientras le demuestras como escupir. Si es necesario, pon un hueso en tu boca y enséñale como lo escupes en tu propia mano.
Cómo preparar duraznos para bebés a partir de 6 meses
Cómo preparar duraznos para bebés a partir de 9 meses
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Sí. Los duraznos, especialmente cuando no están maduros, son resbaladizos y pueden ser firmes, que son características que aumentan el riesgo de ahogamiento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve los duraznos de forma apropiada según la edad del/a bebé. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Aprende los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
No. Las alergias al durazno son poco comunes. Individuos con el síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia oral al polen), y particularmente aquellos sensibles al árbol de abedul y/o al polen del pasto, pueden ser sensibles a los duraznos. Individuos sensibles a otras frutas de la familia de los rosáceos, como los albaricoques, almendras, nectarinas y ciruelas, también pueden tener una experiencia similar con el durazno.
El síndrome de alergia oral usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Los duraznos cocidos, enlatados o pelados pueden minimizar la reacción e incluso eliminarla.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí. Los duraznos ofrecen carbohidratos, fibra y líquidos, además de potasio y vitaminas A, C, E y K. Juntos, estos nutrientes ayudan a proporcionar energía para impulsar el gateo y la exploración, apoyan el sistema digestivo y mantienen al/a bebé hidratado/a. También ayudan a favorecer el equilibrio electrolítico, la salud de la piel, la visión, la absorción de hierro, la función inmune y la coagulación sanguínea. Los duraznos se encuentran entre las frutas que son particularmente útiles para los bebés que padecen de estreñimiento.
Espera para servir jugo de durazno como bebida hasta después de los 12 meses de edad. Ten en cuenta que puede ser beneficioso esperar hasta que el/la niño/a cumpla dos años para ofrecer jugos y otras bebidas azucaradas con regularidad. Las investigaciones sugieren que el consumo regular de jugos y otras bebidas dulces tiende a aumentar el riesgo de caries dentales y llenarles el estómago, lo que puede disminuir la motivación del/a niño/a para comer otros alimentos a la hora de comer y puede afectar negativamente su crecimiento. Sin embargo, una pequeña porción de jugo ocasionalmente después del año de edad generalmente no es un motivo de preocupación. Aprende más sobre el jugo y los bebés y niños pequeños.
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