Aceite de oliva

El aceite de oliva se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad.

El filósofo griego Homero se refirió al aceite de oliva como oro líquido, que es una forma adecuada de describir la grasa saludable extraída del fruto del olivo. El olivo es una planta antigua que se originó en las tierras que rodean al Mar Mediterráneo hace millones de años. El origen exacto de la planta es desconocido, pero la evidencia arqueológica sugiere que las personas que vivieron en la región aprendieron a prensar aceitunas por su aceite desde el año 8,000 a.c. La innovación creó más que alimentos; los textos históricos muestran cómo el aceite de oliva se usó ampliamente como medicina, como combustible para generar luz con lámparas y como símbolo y herramienta en rituales y ceremonias.

Sí. El aceite de oliva es rico en grasas nutritivas, incluidos los ácidos grasos omega-3 y omega-6, además de vitaminas E y K, así como antioxidantes activos. Estos nutrientes trabajan juntos para proporcionar energía para apoyar el movimiento y la exploración del bebé, así como el desarrollo del cerebro, la función inmune, la densidad ósea, la coagulación sanguínea, la reducción de la inflamación y la salud del corazón.

No. El aceite de oliva no es un alérgeno común. Sin embargo, algunos aceites de oliva se mezclan con aceites de otras plantas más alergénicas como la avellana y la soya. Por ello, si el/la niño(a) tiene alergias conocidas a otros alimentos, lee las etiquetas cuidadosamente.

Se han producido casos raros de dermatitis de contacto y alergia alimentaria a la aceituna en áreas donde las aceitunas se cosechan comúnmente. Ciertos individuos alérgicos al polen de los olivos, la familia Oleáceae con plantas, como el fresno, el ligustro, el jazmín y la forsitia, o que tienen Síndrome de Alergia Oral (también llamado síndrome de alergia “polen-alimento”) también pueden ser sensibles a comer aceitunas. El síndrome de alergia oral típicamente resulta en picazón, ardor u hormigueo de corta duración en la boca y es poco probable que provoque en una reacción peligrosa. Si bien esta sensibilidad podría, en teoría, extenderse a los aceites de oliva prensados en frío o extra vírgenes, la mayoría de las personas con alergia a la fruta de oliva son capaces de tolerar el aceite de oliva.

Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad servida en las comidas futuras.

No. El aceite de oliva presenta un riesgo bajo cuando se prepara de manera segura para la edad y la capacidad de desarrollo del niño, aunque, en teoría, una persona podría ahogarse con cualquier alimento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve el aceite de oliva de manera apropiada para la edad de cada bebé, como se describe en la sección Cómo servir. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas. 

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Cualquier tipo de aceite de oliva que usted tenga y que disfrute el resto de la familia, está bien para compartir con los(as) bebés. Todos los aceites de oliva (virgen extra, virgen, prensado en frío, de primera presión y aromatizados, entre otros) son comparables en términos nutricionales y pueden utilizarse para cocinar alimentos para bebés y niños pequeños.