Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
El chile se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/a bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, puede que quieras esperar hasta que el/la bebé haya probado muchos otros alimentos, ya que el chile es frecuentemente picoso y se añade a otros alimentos, lo que puede causar confusión sobre cuáles alimentos son picantes por naturaleza y cuáles no. Toma nota de que el chile puede causar irritación no dañina cuando entra en contacto con la piel, así como causar o empeorar rozaduras en el pañal y general malestar estomacal.
Nuestro planeta es hogar de más de 50,000 variedades de chile. Todos ellos, vienen de chiles de América que se esparcieron alrededor del mundo por medio de la colonización, la migración y el comercio. Por generaciones, el chile ha crecido en diversos climas y resultado en sabores únicos. Por ejemplo, los chiles espilette del País Vasco saben más afrutados que el jalapeño de Veracruz en las costas de México. Su nivel de picor, también varía y algunas culturas usan unidades de Scoville para medir la intensidad del sabor. Los chiles Anaheim, chile banana y chile poblano tienden a tener un sabor menos intenso que el piri piri, el chile fantasma, el chile ojo de pájaro y el fatalii.
Sí. Dependiendo de la variedad de chile, los chiles ofrecen vitamina C para mejorar el sistema inmune y la absorción de hierro, adicionalmente, contienen fibra y vitaminas A, B6 y E. También ofrecen antioxidantes que dan soporte a la resiliencia que el cuerpo necesita para combatir estresores. Incluso los chiles secos ofrecen algo de vitamina A y vitamina C.
Al contrario de las creencias populares, los bebés disfrutan los sabores fuertes, incluyendo los del chile, pero es importante empezar con probadas pequeñas y ajustar el nivel de picor de acuerdo al gusto de cada niño(a). El objetivo es evitar una experiencia negativa por exceso de picor y asegurarse de que el/la niño(a) no se confunda sobre cuáles alimentos son picantes por naturaleza. Para reducir el picor del chile, remueve las semillas y la médula (las venas en las que están las semillas) y prueba la comida antes de ofrecerla al/a bebé. Si te parece demasiado picante, ajusta para suavizar el sabor.
★Consejo: Balancea el picor sirviendo chile junto con alimentos cremosos como el aguacate, yogur natural, leche apropiada para la edad como leche materna/fórmula o de vaca. Los alimentos ácidos o con base de agua pueden intensificar el sabor.
No. Cuando se pican finamente, los chiles no son un peligro de ahogamiento, pero su picor puede causar tos y más saliva de la normal (lo que puede generar arcadas). Cuando compartas alimentos con chile con el/la bebé, sirve su poción en conjunto con alimentos cremosos como puré de aguacate, yogur natural o leche apropiada para la edad como leche materna/fórmula o leche de vaca para balancear el picor. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/la bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias a los chiles son poco comunes, aunque se han reportado. Las reacciones por contacto (como irritación temporal en la piel o en los ojos, dificultad para respirar y malestar estomacal) debido al picor de los chiles se puede confundir con una reacción alérgica. Estas reacciones se deben a las cualidades irritantes de la capsaicina (el componente que da su picor al chile) en individuos sensibles y no es considerada como una reacción alérgica.
Los individuos que son alérgicos al látex o a ciertos tipos de polen pueden también ser alérgicos(as) al chile o sufrir del síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia oral al polen). El síndrome de alergia oral, usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocinar o consumir chiles de lata o pelados, puede ayudar a minimizar o incluso eliminar la reacción.
Toma nota de que los alimentos picantes como el chile pueden generar una irritación no dañina alrededor de la boca mientras el/a bebé los come o puede causar o empeorar rozaduras en el pañal. Habla con el/la proveedor(a) de salud sobre aplicar una crema o ungüento de barrera – como vaselina o algún aceite o cera vegetal- a la cara del/a bebé antes de las comidas y al área del pañal para evitar irritaciones por contacto.
Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza sirviendo una pequeña cantidad por sí sola durante las primeras porciones, y si no hay una reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en porciones futuras.
El chile en polvo (incluyendo la pimienta cayena, el pimentón dulce y las mezclas de chile) se pueden introducir en cantidades pequeñas tan pronto como el/a bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Considera esperar para servir chile en polvo de manera regular hasta que el/la bebé se haya familiarizado con el sabor de los alimentos sin chile. De esta manera, hay más posibilidades de que entienda que alimentos son picantes por naturaleza y que aprenda a determinar que alimentos son demasiado picantes para su gusto.
Depende de la salsa y del nivel de tolerancia del/a bebé. Las salsas picantes pueden generar una sensación de quemazón en la boca y queremos ofrecer experiencias positivas en torno a la mesa, sobre todo a temprana edad. Habiendo dicho esto, algunas salsas son bastante suaves y la tolerancia de cada individuo es diferente y puede variar con el tiempo. Cuando decidas, dale una probada al bebé de salsa picante y deja que elija qué cantidad de salsa comer, por ejemplo, empieza con una cantidad diminuta en su plato para que puedan sumergir sus alimentos en la salsa en lugar de esparcirla arriba de los alimentos.
No. Los chiles típicamente no se consumen en cantidades suficientemente grandes para generar un impacto en la popó de los bebes. Sin embargo, los chiles sí pueden jugar un papel importante en dar soporte al desarrollo de la microbiota intestinal del/a bebé (bacterias y microorganismos en los intestinos), que ayudan a tener una digestión sana. Habiendo dicho esto, el consumo excesivo de chile puede causar malestar estomacal y posible irritación en el área del pañal debido al picor de los chiles, por lo que empieza con una pequeña cantidad cuando los introduzcas al/a bebé. Recuerda que los patrones de evacuación pueden cambiar de manera significativa de niño(a) a niño(a). Si tienes alguna preocupación sobre las evacuaciones del/a bebé y sus funciones digestivas, habla con tu pediatra.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Deja que el/a bebé pruebe una pequeña cantidad de tu comida que contenga chiles frescos picados finamente o chile en polvo, pero considera esperar hasta que el/a bebé sea un poco mayor para ofrecerle regularmente alimentos muy picantes que contengan chiles muy picantes. Al principio, el objetivo es ayudar al/a bebé a hacer la conexión de que la comida es placentera, no dolorosa. En segundo lugar, queremos que el/a bebé comprenda el sabor de una variedad de alimentos, independientemente de la especia. Cuando decidas dejar que el/a bebé pruebe un alimento con chile picante, equilibra el sabor, sirviéndolo junto con un alimento cremoso como puré de aguacate, yogur natural o leche apropiada para su edad.
Mezcla una pequeña cantidad de chiles finamente picados (crudos o cocidos) o chile en polvo con los alimentos del/a bebé como chille con carne, pollo o guiso de vegetales. Si quieres reducir el picor, elimina las semillas y la membrana (las venas en donde se encuentran las semillas), ya que contienen concentraciones más altas de capsaicina. Ten a la mano alimentos cremosos como aguacate, yogur natural para ayudar a contrarrestar cualquier sensación incómoda que pueda generar el chile. Cuida las manos del/a bebé (muchos niños a esta edad se tocan la cara y los ojos mientras comen, por lo que intenta intervenir antes de que se irriten los ojos).
Ofrece chile crudo o cocido cortado en pedazos pequeños, en tiras o en semicírculos o continúa ofreciendo chile finamente picado y mezclado con otros alimentos. Remover la membrana blanca y las semillas de adentro del chile puede ayudar a reducir el picor si así lo deseas. Sirve con alimentos cremosos o con lácteos para ayudarle a manejar el picor. Si el/a niño(a) no está acostumbrado al sabor, avísale que la comida tiene sabores fuertes antes de que pruebe el platillo.
Sigue sazonando alimentos con chile en polvo molido o comparte alimentos que contengan chile crudo o cocido partido en círculos delgados. A esta edad, muchos niños están listos para dar mordidas a alimentos más grandes o a alimentos enteros. Cuando sientas que el/a niño(a) esté listo(a) intenta servir chiles completos como chile en nogada o un jalapeño relleno (remueve el tallo antes). Si el chile es chico, modela dar bocados pequeños a tu chile y fomenta las mordidas pequeñas. Si es grande, considera cortarlo en pedazos más fáciles de manejar. Sirve con algún lácteo y otro alimento alto en grasa para ayudar al/a niño(a) a manejar el picor y avísale que la comida tiene sabores fuertes antes de que pruebe el platillo.
Revisa nuestra guía 100 cenas para bebés y niños para obtener recetas fáciles para toda la familia.
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