Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
Los caldos (de vegetales, menudencias o hueso) se pueden introducir como ingrediente en las comidas o como bebida tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comenzar a comer alimentos sólidos, lo que generalmente ocurre alrededor de los 6 meses de edad. Cuando sirvas caldo como bebida, limite la cantidad a menos de 4 onzas (118 mililitros) al día antes del primer cumpleaños, ya que la leche materna y/o la fórmula deben ser la principal fuente de hidratación y nutrición de los bebés durante el primer año de vida.
Cubrir los huesos con agua, agregar hierbas y condimentos si así se desea, luego cocinar hasta que el líquido quede rico en colágeno y lleno de sabor. Los humanos hemos estado adaptando esta receta tradicional repetidamente desde que nuestros antepasados usaron una olla para hervir agua por primera vez, o incluso antes, usando recipientes naturales como los estómagos de animales para contener y calentar el líquido. Hoy en día, los cocineros utilizan diferentes nombres para este elixir tibio. Tiene diferentes nombres, caldo, proveniente de la palabra antigua utilizada para describir un líquido hervido con cualquier ingrediente”. Y consomé, que es un nombre popular con orígenes en el idioma francés. Estos términos a menudo se usan indistintamente, aunque algunos hacen distinciones entre los dos.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Utiliza caldos y consomés como lo desees en la preparación de los alimentos. Si deseas ofrecer el caldo como bebida, ten cuidado de ofrecer sólo pequeñas cantidades. Piensa en el caldo como agua: limita a 2 a 4 onzas (~60 a 120 ml), y sírvelo como parte de la comida en un vaso abierto (no en un biberón) en la mesa. A esta edad, la principal fuente de hidratación y nutrición del/a bebé debe ser la leche materna o la fórmula.
Continúa usando los caldos y consomés como lo desees en la preparación de los alimentos. También puedes ofrecer caldo como bebida, si lo deseas.
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No. El caldo presenta un riesgo bajo cuando se prepara de manera segura de acuerdo a la edad y las habilidad de cada niño/a, aunque, en teoría, una persona podría ahogarse con cualquier alimento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve el caldo de manera apropiada para la edad del/a niño/a, como se describe en la sección de Cómo servir. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Conoce los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
No. El caldo elaborado con carne o aves (y la carne animal que puede permanecer en los huesos utilizados para prepararlo) no es un alérgeno común, aunque los caldos y consomés pueden contener alérgenos comunes como la soya y el trigo, entre otros. Mientras que es poco común, se han reportado alergias a la carne de res, pollo y cerdo. El caldo de huesos puede tener un alto contenido de histamina, especialmente si se cocina durante un período prolongado de tiempo. Para algunas personas, comer alimentos con alto contenido de histamina puede provocar síntomas similares a los de una reacción alérgica.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad durante las primeras porciones. Si no hay alguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí, aunque si se va a servir como bebida, para los bebés menores de 12 meses debe servirse en pequeñas cantidades y en vaso abierto o con popote/pajita, no en biberón. Los bebés pueden volverse bastante eficientes con el biberón y, si se les sirve caldo en un biberón, pueden beber una gran cantidad y desplazar la nutrición completa que ofrece la leche materna y/o la fórmula.
La nutrición proveniente del caldo puede variar dependiendo de varios factores. En general, los caldos y consomés son una buena fuente de líquidos, sodio, calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc. A menudo también son una fuente de proteínas y grasas. Estos nutrientes ayudan a favorecer la hidratación, el equilibrio electrolítico, la densidad ósea, los glóbulos rojos y la percepción del gusto.
La mayoría de los caldos y consomés contienen algo de sodio, que favorece la hidratación, el movimiento y el equilibrio de electrolitos en el cuerpo. Considera servir los caldos y consomés con alto contenido de sodio solo de vez en cuando, ya que las necesidades de sodio del/a bebé generalmente son bajas. Dicho esto, la cantidad de alimentos sólidos que consumen los bebés tiende a ser baja mientras que practican y aprenden a alimentarse por sí solos y, como resultado, la cantidad de sodio consumida también tiende a ser baja. Obtén más información sobre el sodio y los bebés.
★Consejo: Al preparar caldo en casa, agrega un ingrediente ácido como vinagre de sidra de manzana o jugo de limón ayuda a que los minerales saludables se filtren de los huesos y se introduzcan en el líquido.Además, cuanto más tiempo cocines los huesos de los animales (hasta 12 horas), más nutrientes tendrá el caldo.
Sí, en pequeñas cantidades, no más de 2 a 4 onzas (~60 a 120 ml) para los bebés menores de 12 meses. Evite ofrecer caldos o consomés en biberón. Para los niños mayores de 12 meses, está bien ofrecer en mayor cantidad como parte de una variedad de alimentos y bebidas en la dieta.
Puede variar. En términos generales, la idea es traer al/a bebé a la mesa al menos una vez al día entre los 6 y 7 meses de edad, dos veces al día entre los 8 y 9 meses de edad y 3 veces al día a partir de los 10 meses de edad. Consulta nuestros ejemplos de horarios de alimentación para obtener más detalles.
Al comienzo, ofrece una pequeña cantidad y confía en que tu bebé sabe cómo mostrar interés si quiere más haciendo ruidos, gestos, o gritando o extendiendo la mano. Ten en cuenta que la mayoría de los bebés entre 6 y 9 meses de edad no consumen muchos alimentos sólidos al principio. Para los bebés de entre 10 y 12 meses de edad, enfócate en ofrecer el equivalente a una comida equilibrada para adultos, pero con porciones más pequeñas. Pon atención a las señales que te da el/la niño/a: cuando el/la bebé te muestre que desea “más”, ofrécele más comida. Cuando el/la bebé muestre señales de “ya terminé”, para de ofrecerle comida.
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