Alrededor de los 6 meses de edad, la mayoría de los bebés están listos para comenzar a comer sólidos desde el punto de vista del desarrollo, pero ¿cómo saber con seguridad si están listos? Aprende qué buscar con Solid Starts, un equipo multidisciplinario de profesionales pediátricos que te ayudarán a criar a un comensal feliz.
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Puedes comenzar a ofrecerle sólidos a ti bebé tan pronto como muestre todas las señales de que está preparado/a desde el punto de vista del desarrollo para comenzar la alimentación complementaria. La mayoría de los bebés nacidos a término están listos alrededor de los 6 meses de edad, aunque algunos lo están un poco antes y otros unas semanas después. En el caso de los bebés prematuros, busca los signos de preparación alrededor de los 6 meses de edad cronológica.
Es posible que la primera indicación que recibas es comenzar ofreciendo cereal de arroz y purés alrededor de los 4 meses de edad, pero este es un consejo obsoleto. Si bien las recomendaciones varían de un país a otro, tanto la Academia de Pediatría Estadounidense como la Organización Mundial de la Salud están de acuerdo en que el momento ideal para comenzar a ofrecer los alimentos sólidos es alrededor de los 6 meses de edad.
Un/a bebé está listo/a para comenzar a comer alimentos sólidos cuando haya alcanzado todos los siguientes hitos del desarrollo:
Sentarse: El bebé puede sentarse con apoyo mínimo.
Control de cabeza: El bebé puede mantener la cabeza erguida y firme mientras está sentado (aproximadamente 15 minutos).
Alcanzar y agarrar: El bebé puede agarrar objetos mientras está sentado y llevárselos a la boca.
Interés: El bebé te observa atentamente cuando come, busca comida con la boca o se inclina hacia adelante para alcanzarla.
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Esto significa que el/la bebé puede quedarse con la cabeza y cuello estables mientras está sentado en una posición erguida sin caerse hacia adelante, hacia un lado, o encorvarse mientras está sentado en una silla alta o en tu regazo. Y no se cae cuando usa los brazos mientras está sentado/a. Está bien que se apoye con un brazo y una mano en el suelo, pero si sólo el/la bebé sólo puede sentarse con ambos brazos y manos plantados sobre una superficie para mayor estabilidad, entonces aún no está listo/a. Es normal que un/a bebé que ya está listo/a para comenzar a comer alimentos sólidos necesite un “poco de apoyo” para su estabilidad, como una almohada alrededor de sus caderas, una toalla enrollada en la silla alta o tu brazo o manos en sus caderas.
¿Tienes dudas sobre la silla alta/trona? Echa un vistazo a nuestra Guía completa de sillas altas para bebés.
Blythe, de 5 meses, se sienta fuerte con un apoyo mínimo en una silla alta
Mahalia, de 6 meses, se sienta y se estira con el mínimo apoyo de una almohada boppy.
Sentar a un/a bebé con apoyo, ya sea en el suelo o en una silla alta, durante unos minutos ayuda a fortalecer sus músculos mientras que aprende a balancear su peso y mantener el equilibrio. De hecho, esta es una práctica terapéutica ampliamente aceptada para bebés con desarrollo típico y también aquellos con retrasos en el desarrollo, y no hay investigaciones que sugieren que esto ralentice su desarrollo o le haga daño a su cuerpo. Solo asegúrate de que el/la bebé esté en una posición correcta con apoyo apropiado de tu brazo, una almohada o una toalla enrollada para tener un poco de estabilidad. Si tu bebé está utilizando un "contenedor" para sentarse, como un asiento bumbo, un columpio para bebés, un asiento inflable, una silla para el automóvil o un asiento elevado, considera limitar el tiempo que pasa sentado/a ahí a no más de 30 minutos; Colocar al/a bebé en este tipo de asientos con regularidad, puede ralentizar el desarrollo de los músculos y el movimiento.
Maeve, de 6 meses, se sienta con el apoyo de su mamá mientras busca un juguete.
Maya, de 6 meses, se sienta apoyada en una almohada mientras juega.
Si tu bebé no puede sentarse con un poco de apoyo de tu parte, espera una semana o dos para comenzar a ofrecer los alimentos sólidos, incluyendo los purés. Al menos, tu bebé debe poder sentarse completamente erguido (en una silla alta o en tus brazos) y mantener la cabeza erguida. Si es necesario reclinar al/a bebé para que esté estable, es una señal de que aún no está listo/a. Algunos bebés no están listos para comenzar con los alimentos sólidos hasta los 7 meses de edad, y eso está bien. Puedes ayudar a tu bebé a prepararse creando muchas oportunidades para desarrollar fuerza jugando en el piso, ya sea boca abajo y/o acostado/a de lado. Para obtener más ideas, consulta, Las mejores actividades para prepararse para la alimentación complementaria.
★ Consejo - Si tu bebé aún no se sienta con un apoyo mínimo a los 7 meses de edad, ponte en contacto con tu proveedor/a de atención médica pediátrica para obtener ayuda.
No es necesario. El reflejo de extrusión hace que la lengua salga de la boca al tocarla. Si bien algunas personas sugieren esperar esperar a ofrecer los sólidos hasta que este reflejo desaparezca, este enfoque no está respaldado por las investigaciones e ignora la utilidad que puede tener el reflejo de extrusión mientras los bebés aprenden a comer alimentos sólidos. Para obtener más información, consulta nuestro artículo, El reflejo de extrusión y los sólidos.
La cantidad de hierro que necesita cada bebé es única y depende de su edad, estado de salud y dieta; todos los bebés necesitan comenzar a recibir hierro de los alimentos sólidos alrededor de los 6 meses de edad. La fórmula puede satisfacer las necesidades de hierro del/a bebé y, si bien la leche materna contiene algo de hierro, algunos bebés que son exclusivamente amamantados pueden necesitar un poco de apoyo adicional mediante un suplemento de hierro. Habla con tu pediatra para para recibir orientación individualizada y consulta Alimentos ricos en hierro para bebés para obtener más información.
Generalmente, no. Alrededor de los 4 meses de edad, los bebés no están preparados desde un punto de vista del desarrollo para comer cantidades suficientes de alimentos sólidos para apoyar el aumento de peso (ya sea purés o bocados) y la leche materna o la fórmula deben ser su única fuente de nutrición. A menudo, comenzar a ofrecer alimentos sólidos a esta edad puede generar presión y asociaciones negativas en torno a la comida. Además, muchos purés tienen menos calorías que la leche materna o la fórmula.
Si tu bebé tiene dificultades para aumentar de peso antes de los 6 meses de edad, es probable que no esté consumiendo suficiente leche materna o fórmula y/o puede tener una condición médica subyacente. Trabaja con un médico para identificar y tratar la afección subyacente, así como con un dietista pediátrico para aumentar cuidadosamente el contenido calórico de la leche materna o la fórmula, si es necesario.
No es necesario comenzar con a ofrecer alimentos sólidos antes de que tu bebé esté listo/a, a menos que el/la niño/a tenga un alto riesgo de alergia alimentaria ya sea por eczema o una alergia alimentaria existente. Las evidencias emergentes sugieren que la exposición a alérgenos alimentarios comunes, como el huevo y el maní, en esta etapa temprana para bebés con un alto riesgo puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar una alergia alimentaria. Si bien esto puede parecer contradictorio, ya que el/la bebé no está preparado/a desde un punto de vista del desarrollo para comenzar a comer alimentos sólidos, existen formas apropiadas de ofrecer los alérgenos en forma de puré o líquido. Consulta Introducción de alérgenos para obtener más orientación y consulta a tu pediatra o alergólogo pediátrico para desarrollar un plan.
Si el/la bebé tiene alrededor de 6 meses de edad, consulta a tu pediatra si tu bebé está experimentando alguno de los siguientes síntomas:
Dificultad para mantener la cabeza erguida durante períodos cortos de tiempo.
No puede sostener el cuerpo erguido por un corto período de tiempo cuando lo sientas en tus brazos con apoyo.
Falta de interés en alcanzar o agarrar juguetes.
No tiene interés en llevarse juguetes o manos a la boca.
Cambios considerables en su peso.
Una reducción notable en el número de pañales húmedos al día.
Letargo general o poca energía.
Irritabilidad general.
Popó dura y difícil de expulsar.
Sangre visible en las evacuaciones.
Tos frecuente y/o escupir constante en el pecho o el biberón, especialmente si sucede en combinación con infecciones frecuentes de las vías respiratorias superiores o fiebres inexplicables.
Cuando el rango de lo que se considera “ normal” es tan amplio cuando se trata del desarrollo infantil, es difícil saber cuándo buscar más ayuda. Primero que nada habla con tu pediatra, que algunas veces puede darte la tranquilidad que necesitas. También pueden ayudarte a determinar si necesitas una derivación a un especialista en desarrollo pediátrico, un/a dietista u otro especialista médico pediátrico.
¿Necesitas ayuda para comenzar a ofrecer los sólidos? Descarga la aplicación Solid Starts.
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT. Especialista en alimentación y deglución pediátrica
K. Rappaport, OTR/L, EM, SCFES, IBCLC. Especialista en alimentación y deglución pediátrica
M. Suárez, MS, OTR/L, SWC, CLEC. Especialista en alimentación y deglución pediátrica
V. Kalami, MNSP, RD, CSP. Dietista/Nutricionista Pediátrico
R. Ruiz, MD, FAAP, CLC. Gastroenterólogo Pediátrico
S. Bajowala, MD, FAAAAI. Alergólogo/Inmunólogo Pediátrico
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