La forma en que se almacena y calienta el exceso de leche materna/humana es importante. Existen métodos sencillos para almacenar y recalentar el exceso de leche materna/humana que garantizarán que se conserve y se mantenga segura para ser consumida.
Lo más importante que tener en cuenta al almacenar la leche materna es evitar la contaminación cruzada con otros alimentos: todos los recipientes para recolectar y almacenar leche materna deben mantenerse limpios. Cuando sea posible, es ideal expresar la leche directamente a los contenedores donde se almacenará.
Es aceptable almacenar leche materna/humana hasta por hasta 4 días en el refrigerador (preferiblemente en la parte trasera del refrigerador para evitar los cambios de temperatura al abrir y cerrar la puerta). Si planeas congelar la leche materna/humana, intenta congelarla dentro de una ventana de 24 horas después de expresarla, ya que las enzimas beneficiosas comienzan a cambiar aproximadamente a las 25 horas. Esto no necesariamente tiene que ser un factor determinante en qué tan rápido congelas la leche extraída, pero considera almacenarla lo antes posible. Si no se usa dentro de las primeras 96 horas (4 días), la leche materna/humana fresca debe transferirse al congelador en un recipiente limpio apto para congelador y con fecha.
Es aceptable almacenar leche materna/humana en un congelador con un refrigerador adjunto (0 °F o −18 °C) por hasta 6 meses y en un congelador profundo (−4 °F o −20 °C) por hasta a 9-12 meses; sin embargo, cuanto antes se use, mejor. La leche materna/humana congelada conserva sus nutrientes al 100% por 1 mes cuando se congela de forma segura; después de 3 meses en el congelador, se nota un descenso considerable en las concentraciones de grasas, calorías y otros macronutrientes.
Además, las investigaciones científicas sugieren que la nutrición en la leche materna/humana varía según las necesidades cambiantes de la madre y de el/la lactante—otro fenómeno de la naturaleza respaldado por los elementos que estimulan el sistema inmunológico y las bacterias probióticas de la leche materna/humana. En pocas palabras, la leche materna fresca es la más beneficiosa, pero cuando sea necesario almacenarla, usa primero la leche materna/humana más reciente en lugar de la leche más antigua almacenada en el congelador. ¿Tienes leche en exceso? Considera donarla.
En resumen:
Almacena la leche materna/humana en bolsas de almacenamiento de leche materna o en recipientes limpios de vidrio o plástico que sean aptos para uso alimentario.
La leche refrigerada recién extraída se puede combinar con leche materna/humana refrigerada si se recolecta dentro de un período de 24 horas.
La leche materna/humana se puede almacenar hasta 4 días en el refrigerador.
Congela la leche materna/humana recién extraída dentro de un periodo de 24 a 96 horas (cuanto antes mejor).
La leche materna/humana se conserva por hasta 6 meses en un congelador adjunto al refrigerador o 12 meses en un congelador profundo.
Descongela la leche materna/humana durante la noche en el refrigerador, no en el mostrador.
Corrección al: Protocolo clínico ABM n.° 8: Información sobre el almacenamiento de leche humana para uso en el hogar para bebés nacidos a término, revisado en 2017, por Eglash A, Simon L y The Academy of Breastfeeding Medicine Breastfeed Med 2017;12(7):390-395 . DOI: 10.1089/dna.2017.29047.aje. (2018). Medicina de la lactancia materna: publicación oficial de la Academia de Medicina de la Lactancia Materna, 13(6), 459. https://doi.org/10.1089/bfm.2017.29047.aje.correx
Hasta la fecha, solamente un estudio científico ha demostrado que agregar leche materna/humana recién extraída a la leche materna/humana refrigerada es seguro. Sin embargo, no se han modificado las pautas oficiales de la AAP ni de otra fuente. Es prudente esperar a que salgan más estudios que califiquen a esta práctica como segura antes de que veamos pautas actualizadas.
Para descongelar la leche materna congelada, planea con anticipación y descongélala durante la noche en el refrigerador, y nunca en el mostrador. Debido a que el calentamiento a temperaturas excesivas puede alterar en gran medida la calidad de los nutrientes, abstente de descongelar la leche materna/humana en el microondas o en la estufa. Una vez que la leche materna esté completamente descongelada, tienes 24 horas para usarla. Y recuerda: ¡la leche materna/humana no necesita calentarse! Muchos(as) bebés beben la leche materna a temperatura ambiente, o incluso fría, felizmente.
Sabemos que agregar leche materna fresca a la comida de tu bebé es beneficioso. Pero, ¿qué hay de cocinar con leche materna? ¿Destruye el calor las maravillosas propiedades que la Madre Naturaleza diseñó para que le demos a nuestros bebés?
Hoy en día, sabemos que el calor cambia la estructura, la calidad y la densidad de nutrientes de la leche materna. Pero antes de descartar cocinar con leche materna del todo, analicémoslo más de cerca. Las investigaciones científicas proporcionan información, pero a menudo no siempre es directamente aplicable al la vida real.
Algunos estudios han sugerido que cuando la leche materna se calienta a solo 38 °C (100,4 °F), ligeramente por encima de la temperatura corporal, sus proteínas comienzan a descomponerse. Esto significa que, incluso cuando calentamos la leche materna almacenada, esta puede perder importantes componentes inmunológicamente “activos” y digestivos que benefician a los/las bebés. Por ejemplo, la actividad enzimática (la amilasa, que descompone los carbohidratos y la lipasa, que descompone las grasas) comienza a disminuir a los 40 °C (104 °F). Estas enzimas son importantes porque ayudan a los bebés con digestión inmadura a descomponer los nutrientes de la propia leche, de modo que los nutrientes puedan ser absorbidos y utilizados para el crecimiento.
Entonces, ¿se pierden nutrientes en el proceso de cocción? Sí. Dicho esto, la leche materna aún ofrece un valor nutricional increíble, por lo que sí tienes leche extra, es una buena idea incorporarla a otros alimentos. Solo debes saber que sería mejor simplemente mezclar un poco de leche materna fresca con la comida después de que se haya cocinado. ¡Sigue leyendo para conocer nuestras sugerencias para usar el exceso de leche!
Si estás produciendo leche materna/humana extra, hay varias maneras de incorporarla a la comida de tu bebé. Sin embargo, sabemos que calentar la leche materna puede alterar su perfil nutricional. Cuando sea posible, busca formas de incorporar leche materna fresca en los alimentos de tu bebé. Algunas otras ideas:
Leche materna fresca (todavía bastante rica en nutrientes):
Revuélvela en quinua, avena u otros cereales calientes una vez enfriados.
Agrégala a otros alimentos triturados, como con tubérculos hechos al vapor.
Úsala como base (o base parcial) en avena remojada por la noche o pudín de chía
Usa unas cuantas cucharaditas para diluir las mantequillas de nueces y de semillas
Agrega una pequeña cantidad a las verduras de hoja verde cocidas, para suavizar el sabor
Nota: Los alimentos preparados con leche materna fresca se pueden refrigerar o congelar para comidas futuras
Leche materna descongelada (menos nutrientes):
Mezcla unas cucharadas con huevos revueltos.
Agrega unas cucharadas a los panqueques en lugar de otra leche
Recuerda: Nunca vuelvas a congelar leche materna previamente descongelada o alimentos preparados con leche materna previamente descongelada
Leche materna congelada (especialmente leche más vieja que no quieres desperdiciar)
Añádela a batidos/licuados en lugar de otro tipo de leche, o además de leche/agua de nueces (receta a continuación)
Agrega cubitos de leche materna congelada a la sopa o guisos para equilibrar los sabores y enfriar el plato de sopa lo suficiente para que tu bebé o niño(a) pequeño(a) coma.
1 lata pequeña de leche de coco (sin BPA)
¼ de taza de leche materna (congelada en cubitos, descongelada o fresca)
8 oz de flor de Jamaica , a temperatura ambiente o refrigerada
2 plátanos
Jugo y ralladura de 1 limón
Menta fresca (opcional)
Licuar los ingredientes y servir.
Revisado por:
Jamie Truppi, MSN, CNS para Solid Starts
Corina Aycinena MS RD
Alexia Derma, MS, CCC-SLP/L
Rachel Ruiz, MD para Solid Starts
Fuente: Bransburg-Zabary, S., Virozub, A., & Mimouni, F. B. (2015). Human Milk Warming Temperatures Using a Simulation of Currently Available Storage and Warming Methods. PloS one, 10(6), e0128806
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