Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
Sí
Los mariscos son comúnmente causantes de intoxicaciones alimentarias y, debido a su sistema inmunológico aún no está completamente desarrollado, los bebés corren un mayor riesgo. Los camarones también son un gran riesgo de ahogamiento. Si deseas introducirle camarones al/a bebé o niño(a) pequeño(a), asegúrate de obtenerlos de una fuente confiable, cocínalos bien y córtalos en tamaños de bocado apropiados para la edad del/a niño(a) para reducir el riesgo de ahogamiento.
Los camarones se pueden introducir tan pronto como el/la bebé esté listo para comenzar sólidos , lo cual generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, es posible que desees esperar hasta después del primer cumpleaños del/a bebé para servir camarones con regularidad. Su textura gomosa y resbaladiza puede ser difícil de masticar para los bebés, y además, los crustáceos son naturalmente altos en sodio, lo cual, en exceso, no es saludable. El camarón es un ingrediente popular en platillos de todo el mundo, pero el mercado global del camarón lastimosamente no está exento de defectos.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Pica o corta finamente los camarones cocidos y mezclalos hasta obtener una textura suave que se pueda cucharear. Como alternativa, ofrece pasteles o hamburguesas grandes y suaves de camarón , o prepara sopa de arroz, gachas de avena u otros cereales con caldo de camarones bajo en sodio. También puedes considerar cortar los camarones a lo largo asegurándote de que no queden segmentos redondos. Nunca sirvas camarones tiernos que todavía tengan forma redonda o cilíndrica y evita servir camarones cortados en trozos pequeños y redondos. Los pedazos pequeños y redondos de camarón presentan un riesgo extremadamente alto de ahogamiento.
Corta los camarones cocidos a lo largo para que no sean redondos y luego córtalos en pedazos pequeños. Puedes servir estos pedazos pequeños y finos por sí solos o como parte de un platillo. Alternativamente, sirve los camarones cocidos finamente cortados en pedazos pequeños, desmenuzados o en pastel de camarón. A esta edad se pueden servir productos de camarón enlatados, encurtidos o congelados, pero con moderación debido a los altos niveles de sodio. Nunca sirvas camarones pequeños que todavía tengan forma redonda o cilíndrica y evita servir los camarones cortados en pedazos pequeños y redondos. Los pedazos pequeños y redondos de camarón presentan un riesgo extremadamente alto de ahogamiento.
Sirve los camarones cocidos picados finamente, asegurándote de que se corten a lo largo primero para que no sean redondos o cilíndricos. Alternativamente, puedes ofrecer pasteles y empanadas de camarones. A esta edad, también puedes ofrecer tiras largas de camarón cortadas a lo largo para que el/la niño(a) practique cómo morderlas. Continúa cortando los camarones a lo largo hasta que sientas que tu hijo(a) muerde y mastica los alimentos muy bien. A esta edad, también puedes servir variedades pequeñas de camarones (a menudo disponibles en lata o en frascos). Cuando ofrezcas camarones pequeños, practica con el/la niño(a), ofreciéndolos uno a la vez y demostrándole al/a niño(a) cómo masticar bien cada uno antes de ofrecerle otro.
Sirve los camarones cocidos picados finamente, cortándolos a lo largo para que ya no sean redondos, o en forma de tortas y hamburguesas de camarón. A esta edad, si un(a) niño(a) ha desarrollado habilidades maduras para masticar (dar mordidas de tamaño apropiado, no llenarse demasiado la boca con comida, masticar bien los alimentos antes de tragarlos, etc.), considera ofrecerle un camarón entero. Comienza ofreciendo un camarón grande para que puedas enseñarle a dar mordidas pequeñas. Muéstrale al/a niño(a) cómo quitar la cola, si todavía la tiene pegada. Luego, demuéstrale cómo dar una mordida pequeña a los camarones usando los dientes frontales. Luego, ofrécele un segundo camarón grande completo al/a niño(a) y deja que practique, continúa mostrándole cómo dar mordidas pequeñas y masticar bien antes de tragar. Si el/la niño(a) tiene dificultad para seguir instrucciones, considera continuar practicando con camarones cortados por la mitad a lo largo por un tiempo, y volver a intentar ofrecer los camarones enteros cuando el/la niño(a) sea un poco mayor.
NO sirva los camarones de esta manera. Un ejemplo de camarones cortados en una forma de alto riesgo de ahogamiento que es muy peligroso y nunca debe servirse.
For more, see the Solid Starts Fish guide—the world’s only guide to seafood for babies and toddlers younger than age 2.
Si. La textura gomosa de los mariscos puede presentar un riesgo para los bebés y niños pequeños, especialmente cuando se sirven enteros. Para minimizar el riesgo, muele con otras comidas o cortarlos en cortes muy finos. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y mantenerte al alcance del/a niño(a) a la hora de comer.
Para obtener más información sobre el ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Si. El camarón es un tipo de marisco que se encuentra entre los alérgenos alimentarios más comunes. Los bebés con alergia al camarón son más propensos a experimentar reacciones a otros mariscos en las familias de los crustáceos (langostinos, cangrejos, langostas, camarones) y, en menor grado, a moluscos (almejas, mejillones, pulpos, ostras, vieiras, caracoles, calamares). Los camarones también suelen contener conservantes con sulfitos, a los que algunas personas son sensibles. Si tienes antecedentes familiares de alergias a los mariscos, o sospechas que el bebé puede ser alérgico a los mariscos, consulta con un alergista antes de introducir camarones.
Curiosamente, la alergia a mariscos comúnmente se desarrolla en la adultez y, para aquellos que la desarrollan en la infancia, usualmente continúa de por vida. Como lo harías con cualquier alérgeno nuevo, introduce el camarón sirviendo una cantidad muy pequeña y mantente atento. Si no hay reacción adversa durante las primeras porciones, aumenta la cantidad servida gradualmente en las siguientes comidas.
Nota: El tener alergia a los mariscos no significa automáticamente que también existirá una alergia a los pescados, ya que estas especias no son cercanas. Sin embargo, es posible que debas tener cuidado con el riesgo de que las proteínas de los mariscos contaminen a los pescados cuando son preparados fuera de casa, ya que a menudo se preparan en las mismas cocinas.
Sí, con moderación. Los camarones frescos o congelados son una excelente fuente de proteínas, además de que ofrecen ácidos grasos omega-3 para ayudar a fortalecer las células en crecimiento del/a bebé. Los crustáceos también contienen muchos nutrientes esenciales: vitamina B12 y colina para apoyar el desarrollo del cerebro; selenio para alimentar el sistema inmunológico y la tiroides; y zinc para impulsar el crecimiento. Una ventaja: los camarones tienden a ser más bajos en mercurio que muchos otros peces.
Dicho esto, es mejor servir camarones en moderación por un par de razones. Primero, los camarones son muy altos en sodio: una sola porción contiene 150 miligramos, es decir, aproximadamente el 75 por ciento del sodio diario recomendado para bebés menores de 12 meses de edad. Segundo, los camarones de granja a menudo son tratados con antibióticos y productos químicos para que retengan su color, se mantengan jugosos, y para reducir el deterioro y protegerlos en contra de enfermedades en las granjas aquícolas.
Si estas consideraciones te detienen, puedes estar tranquilo(a) de que hay un montón de camarones saludables y sostenibles en el mercado. Como regla general, los camarones enteros frescos o congelados, con cáscara, comprados durante la temporada alta (sí, los camarones son de temporada—¡al igual que las verduras!) probablemente plantearán menos problemas. Solo pregúntale a tu pescadero para estar seguro(a)s…¡les encanta hablar de peces!
Cuando compres camarones congelados, lee las etiquetas e intenta optar por una fuente y marca confiable al igual que lo harías con todos tus alimentos. Échale un vistazo a ‘The Seafood Watch’, un recurso ampliamente respetado por el Monterey Bay Aquarium, por su lista de camarones seguros para comprar o evitar. También puedes echar un vistazo a las certificaciones de camarones pre-empacados de grupos de vigilancia de la industria camaronera como la Alianza Mundial de Acuicultura o el Consejo de Administración de la Acuicultura.
Nota: El camarón está asociado con el abuso de personas y el trabajo forzoso en las pesquerías que abastecen a Costco, Walmart y otros comercializadores globales. Finalmente, el camarón capturado en la naturaleza a menudo resulta en daños a los hábitats oceánicos y en grandes cantidades de captura incidental: los peces, tortugas y otras criaturas marinas que se capturan en redes de arrastre que los pescadores utilizan para recoger grandes cantidades de crustáceos.
No. Aunque los camarones tienen un alto contenido de colesterol, el colesterol de los alimentos en realidad no tiene un gran impacto en los niveles generales de colesterol en sangre.
Y, de hecho, los camarones ofrecen muchos ácidos grasos omega-3, que pueden ayudar al cuerpo a mantener niveles saludables de colesterol y lípidos.
Pueden serlo, especialmente los camarones congelados. Opta por ofrecer camarones frescos cuando sea posible, y espera a servir los camarones congelados hasta después de los 12 meses en moderación.
Sí, en pequeñas cantidades, aunque la mayoría de los camarones enlatados tienen un contenido extremadamente alto de sodio. Asegúrate de cortar los camarones de forma segura según la edad y las habilidades de alimentación del/a niño(a) y busca productos marcados como "bajos en sodio" o "sin sal agregada". Enjuagar los camarones enlatados puede reducir ligeramente el contenido de sodio.
Puedes ofrecerlos con moderación después del primer cumpleaños, aunque una probadita de vez en cuando antes de los 12 meses está bien, siempre y cuando estén cortados de forma segura según la edad del/a niño(a) para reducir el riesgo de ahogamiento. Compartir alimentos en familia es importante, solo trata de ofrecer los alimentos fritos con moderación, ya que suelen tener un alto contenido de sodio y grasas trans.
It’s dangerous at every age. Never serve uncooked shellfish to an infant. Doing so greatly increases the risk of food borne illness, and babies are more susceptible to severe symptoms. Whether to serve raw shrimp to a toddler or older child is a personal decision for which you must calculate risk. Raw shrimp poses a high risk of foodborne illness, which can lead to harmful infections for babies, children, and adults alike. The risk of severe illness is even higher in individuals with complex medical backgrounds, on stomach acid reducing medications, and/or who are immunocompromised.
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