Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
Sí
El salmón, cuando está bien cocido, se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. El salmón salvaje de Alaska y el salmón rojo (fresco, congelado o de lata), están clasificados como “mejores opciones” en nuestra guía Los mejores y peores pescados para bebés. El salmón de agua dulce de Nueva Zelanda, el salmón de granja del Atlántico y otros salmones de granja de todo el mundo también son buenas opciones. En comparación a otros pescados, el salmón fresco tiende a ser bajo en mercurio y se puede ofrecer un par de veces a la semana.
El salmón es una familia de pescado relacionado de manera muy cercana con la trucha que vive en aguas dulces y saladas en todo el hemisferio norte. Muchos salmones salvajes viven su vida adulta en el océano, pero regresan al agua dulce donde nacieron para poner sus huevos. El salmón también se produce en granjas de acuicultura, un negocio que ha crecido en los años recientes para satisfacer la demanda global de salmón.
Sí. El salmón contiene muchos de los nutrientes que los bebés necesitan para su desarrollo, incluyendo vitaminas A, B6, B12, D y folato. El salmón también es una de las mejores fuentes de ácidos grasos omega 3 incluyendo DHA, que es crítico para el desarrollo visual y cognitivo. También es importante que el salmón es bajo en mercurio, un metal pesado presente en la mayoría de los mariscos que puede causar problemas neurológicos y de desarrollo cuando se consume en exceso, a la que los bebés son particularmente sensibles. Para más información, consulta nuestra guía Los mejores y peores pescados para bebés.
No. El salmón tiende a ser bajo en mercurio, aunque esto puede variar un poco dependiendo de donde vivió el pez. El mercurio es un metal pesado presente en la mayoría de los mariscos que puede causar problemas neurológicos y de desarrollo cuando se consume en exceso, y a la que el/a bebé es particularmente susceptible. Afortunadamente, existen muchos pescados bajos en mercurio que el/a bebé puede disfrutar incluyendo el salmón. Para minimizar la exposición al mercurio proveniente del pescado, prioriza pescados que sean bajos en mercurio (como el salmón, sardinas o caballa en lata) y limita la frecuencia y cantidad de pescados altos en mercurio, la variedad es clave.
Sí. El pescado con aletas está clasificado como un alérgeno de prioridad global de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. El salmón es uno de los causantes más comunes de alergias alimentarias al pescado con aletas, junto con el bacalao, halibut (fletán) y el atún. Se estima que alrededor del 0.2% de las personas son alérgicas al pescado con aletas alrededor del mundo, y la prevalencia de las alergias al pescado en los niños, aunque puede ser variable, es menor que en la población adulta. Alrededor del 40% de las personas con alergia a los pescados con aletas no sufren su primera reacción hasta que son adultos. Desafortunadamente, la mayoría de los individuos que son alérgicos a los pescados con aletas no las superan.
Algunos individuos con alergia a los pescados con aletas pueden reaccionar por inhalar proteínas que se dispersan en el aire cuando el pescado se cocina. Si este es el caso de tu bebé, evita cocinar pescado cuando el/a bebé esté presente.
Alrededor del 50% de los individuos con alergia a un pescado con aletas, también tendrán una reacción a otros pescados. Esto es porque el mayor alérgeno en el pescado con aletas es la parvalbúmina, que está presente en la mayoría de los pescados sin importar la especie. Debido a la contaminación cruzada y al mal manejo del pescado, los alergólogos(as) recomiendan que aquellos individuos con una alergia a una especie de pescado con aletas eviten todos los pescados con aletas hasta no tener una consulta con un alergólogo(a) para determinar cómo introducir los pescados de manera segura. Esta es una recomendación individualizada, confirma con tu alergólogo(a) antes de ofrecer otros pescados con aletas a tu bebé si es alérgico(a) al salmón.
El pescado con aletas es conocido por desencadenar el síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias (SEIPA) también conocido como FPIES, por sus siglas en inglés. El SEIPA es una reacción alérgica rara y es una alergia retardada a la proteína de los alimentos que causa vómito repetitivo y diarrea, síntomas que comienzan horas después de la ingesta del alimento que lo detonó. Si no se trata, esta reacción puede ocasionar deshidratación severa. A diferencia de otros alérgenos alimentarios, el SIEPA a los pescados con aletas puede no presentarse sino hasta más tarde en la vida y tiende a ser un padecimiento de por vida.
Por último, una nota sobre la intoxicación por escombroides, que en ocasiones se confunde con alergia al pescado. Esta reacción es un tipo de intoxicación que ocurre cuando alguien come pescado que no ha sido refrigerado de manera apropiada. Esto provoca que se acumule una alta cantidad de histamina en el pescado. Cuando se consume, esta carga de histamina puede causar síntomas iguales a los de una reacción alérgica y causar que las personas crean que han desarrollado una alergia al pescado incluso si no son alérgicos. Para minimizar el riesgo, asegúrate de que el pescado se almacene adecuadamente a temperaturas frías.
Si sospechas que el/la bebé puede ser alérgico(a) al pescado, consulta a un(a) alergólogo(a) antes de introducirlo. Como con muchos alérgenos comunes, introduce en pequeñas cantidades y observa detalladamente mientras el/la bebé come si se genera alguna reacción adversa. Si todo sale bien, incremente el tamaño de la porción gradualmente con el tiempo. Una vez que se hayan introducido los alérgenos alimentarios más comunes a la dieta, es recomendado ofrecerlos como parte de la dieta regularmente (si es posible dos veces por semana). Sin embargo, esto no significa que cada especie individual debe ofrecerse varias veces por semana. Los diferentes pescados con aletas tienen las mismas proteínas principales, así que es totalmente aceptable rotar entre las variedades de pescado con aletas de acuerdo a la disponibilidad y preferencias personales.
No, aunque las espinas en pescados recién cocidos son un peligro de ahogamiento si no se remueven. Para reducir el riesgo, revisa cuidadosamente el pescado cocido para remover cualquier espina antes de servirlo. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al lado del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
Sí. Busca latas de salmón marcadas como “sin sal añadida” o “bajo en sodio” ya que muchos productos de salmón en lata contienen niveles de sodio que exceden las necesidades del/a bebé. Drenar y enjuagar el salmón de lata puede reducir significativamente la cantidad de sodio.
No necesariamente. Ambos tipos de salmón son nutritivos y ofrecen beneficios, elige el tipo que se ajuste a tus prioridades. Desde el punto de vista nutricional, el salmón salvaje de Alaska es rico en nutrientes y ofrece niveles más altos de grasas omega 3 pero también puede tener niveles más altos de contaminación ambiental que el salmón de granja.
En términos de accesibilidad, el salmón de granja frecuentemente tiene la ventaja sobre el salmón salvaje ya que el de granja está disponible todo el año por lo que está más disponible y frecuentemente es más económico. El salmón de granja puede tener menores cantidades de ciertos nutrientes como grasas omega 3 cuando se compara con el salmón salvaje.
En general, alrededor de 1 oz (28g) dos veces por semana, pero intenta no preocuparte por las medidas exactas, especialmente mientras el/a bebé aprende a autorregularse ya que el/la bebé tiende a no consumir todo lo que se le ofrece en la charola o en la mesa. Comer más de 1 oz (28g) tampoco dañará al/a bebé si lo hace de vez en cuando. Recuerda que parte del aprendizaje del/a bebé con la alimentación es experimentar una gran variedad de alimentos por lo que, si el salmón es unos de los alimentos preferidos del/a bebé, intenta incorporar otros pescados bajos en mercurio y otros ingredientes de manera regular.
Después del primer cumpleaños y con moderación. La mayoría del salmón ahumado contiene cantidades de sodio que exceden las necesidades del/a bebé. Adicionalmente, algunos tipos de salmón ahumado no están completamente cocidos, como el salmón ahumado en frio, por lo que conllevan un riesgo más alto de enfermedades alimentarias para bebés cuyos sistemas inmunes aún están en desarrollo.
Nunca sirvas salmón crudo a un bebé menor de 12 meses. Hacerlo incrementa significativamente el peligro de enfermedades transmitidas por los alimentos, especialmente la salmonela y la vibriosis, infecciones bacterianas dañinas para los bebés, niños y adultos, pero con síntomas más severos en bebés. El riesgo de enfermedades graves es aún mayor en individuos con historiales médicos complejos, individuos que tomen medicamentos para reducir la acidez en el estómago y/o personas inmunocomprometidas. Cocinar los pescados con aletas a una temperatura interna de 63 C (145 F) mata las bacterias en los alimentos. Ultimadamente, no hay una edad “ideal” para introducir pescados con aletas y mariscos crudos o no bien cocidos a los niños, es una decisión personal para la que se debe calcular el riesgo.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Ofrece al/a bebé tiras de salmón recién cocido (sin piel ni espinas) del tamaño aproximado de dos dedos de adulto juntos o desmenuza el pescado y mézclalo con otros alimentos suaves que se puedan servir con cuchara. Si usas salmón en lata con sal añadida, enjuaga el pescado con agua en una coladera para reducir los niveles de sodio y mézclalo con otros alimentos como puré de papa o yogur. A esta edad, también puedes ofrecer tortitas de salmón siempre y cuando estén suaves y más grandes que la boca del/a bebé.
Ofrece pedazos de salmón cocido sin espinas del tamaño de un bocado o sirve bocados de salmón de lata. También se pueden servir tortitas de salmón o ensalada de salmón. Sigue ofreciendo tiras de filete de salmón para practicar morder y trozar. Para hacer ensalada de salmón, simplemente mezcla el salmón con aguacate machacado, mayonesa, aceite de oliva o yogur.
Sirve pescado cocido sin espinas en tiras más largas, pedazos del tamaño de un bocado, tortitas de salmón o trozos solos o mezclados con otros alimentos. Esta es una gran edad para practicar el uso de cubiertos con alimentos como el salmón. Por último, siéntete con la libertad de introducir salmón ahumado, en salmuera (lox o gravlax) o salmón encurtido en moderación.
Para más información, ve la guía de Solid Starts Los mejores y peores pescados para bebés.
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