Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
Sí
El salmón, se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. En comparación con otros pescados, el salmón tiende a ser bajo en mercurio.
El salmón es una familia de pescado estrechamente relacionado con la trucha ártica y la trucha que viven en aguas saladas en el hemisferio norte. Mucho del salmón salvaje vive sus años de adultez en el océano, pero regresan al agua dulce de los ríos a poner sus huevos. El salmón también se produce en granjas alrededor del mundo.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Ofrece al/a bebé tiras de salmón recién cocido (sin piel ni espinas) del tamaño aproximado de dos dedos de adulto juntos o desmenuza el pescado y mézclalo con otros alimentos suaves que se puedan servir con cuchara. Si usas salmón en lata con sal añadida, enjuaga el pescado con agua en una coladera para reducir los niveles de sodio y mézclalo con otros alimentos como puré de papa o yogur. A esta edad, también puedes ofrecer tortitas de salmón siempre y cuando estén suaves y más grandes que la boca del/a bebé.
Ofrece pedazos de salmón cocido sin espinas del tamaño de un bocado o sirve bocados de salmón de lata. También se pueden servir tortitas de salmón o ensalada de salmón. Sigue ofreciendo tiras de filete de salmón para practicar morder y trozar. Para hacer ensalada de salmón, simplemente mezcla el salmón con aguacate machacado, mayonesa, aceite de oliva o yogur.
Sirve pescado cocido sin espinas en tiras más largas, pedazos del tamaño de un bocado, tortitas de salmón o trozos solos o mezclados con otros alimentos. Esta es una gran edad para practicar el uso de cubiertos con alimentos como el salmón. Por último, siéntete con la libertad de introducir salmón ahumado, en salmuera (lox o gravlax) o salmón encurtido en moderación.
Cómo preparar el salmón para los(as) bebés a partir de 6 meses
Cómo preparar el salmón para los(as) bebés a partir de 6 meses
Para más información, ve la guía de Solid Starts Los mejores y peores pescados para bebés.
No, aunque las espinas en pescados recién cocidos son un peligro de ahogamiento si no se remueven. Para reducir el riesgo, revisa cuidadosamente el pescado cocido para remover cualquier espina antes de servirlo. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas.
Aprende los signos de ahogamiento, arcadas y más sobre ahogamiento en nuestras guías gratuitas Guía de rescate para bebés y Guía de rescate para niños pequeños.
Sí. El pescado con aletas está clasificado como un alérgeno de prioridad global de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. El salmón es uno de los causantes más comunes de alergias alimentarias al pescado con aletas, junto con el bacalao, halibut (fletán) y el atún. Se estima que alrededor del 0.2% de las personas son alérgicas al pescado con aletas alrededor del mundo, y la prevalencia de las alergias al pescado en los niños, aunque puede ser variable, es menor que en la población adulta. Alrededor del 40% de las personas con alergia a los pescados con aletas no sufren su primera reacción hasta que son adultos. Desafortunadamente, la mayoría de los individuos que son alérgicos a los pescados con aletas no las superan.
Algunos individuos con alergia a los pescados con aletas pueden reaccionar por inhalar proteínas que se dispersan en el aire cuando el pescado se cocina. Si este es el caso de tu bebé, evita cocinar pescado cuando el/a bebé esté presente.
Alrededor del 50% de los individuos con alergia a un pescado con aletas, también tendrán una reacción a otros pescados. Esto es porque el mayor alérgeno en el pescado con aletas es la parvalbúmina, que está presente en la mayoría de los pescados sin importar la especie. Debido a la contaminación cruzada y al mal manejo del pescado, los alergólogos(as) recomiendan que aquellos individuos con una alergia a una especie de pescado con aletas eviten todos los pescados con aletas hasta no tener una consulta con un alergólogo(a) para determinar cómo introducir los pescados de manera segura. Esta es una recomendación individualizada, confirma con tu alergólogo(a) antes de ofrecer otros pescados con aletas a tu bebé si es alérgico(a) al salmón.
El pescado con aletas es conocido por desencadenar el síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias (SEIPA) también conocido como FPIES, por sus siglas en inglés. El SEIPA es una reacción alérgica rara y es una alergia retardada a la proteína de los alimentos que causa vómito repetitivo y diarrea, síntomas que comienzan horas después de la ingesta del alimento que lo detonó. Si no se trata, esta reacción puede ocasionar deshidratación severa. A diferencia de otros alérgenos alimentarios, el SIEPA a los pescados con aletas puede no presentarse sino hasta más tarde en la vida y tiende a ser un padecimiento de por vida.
Por último, una nota sobre la intoxicación por escombroides, que en ocasiones se confunde con alergia al pescado. Esta reacción es un tipo de intoxicación que ocurre cuando alguien come pescado que no ha sido refrigerado de manera apropiada. Esto provoca que se acumule una alta cantidad de histamina en el pescado. Cuando se consume, esta carga de histamina puede causar síntomas iguales a los de una reacción alérgica y causar que las personas crean que han desarrollado una alergia al pescado incluso si no son alérgicos. Para minimizar el riesgo, asegúrate de que el pescado se almacene adecuadamente a temperaturas frías.
Si sospechas que el/la bebé puede ser alérgico/a al pescado, consulta a un/a alergólogo/a antes de introducirlo. Como con muchos alérgenos comunes, introduce en pequeñas cantidades y observa detalladamente mientras el/la bebé come si se genera alguna reacción adversa. Si todo sale bien, incremente el tamaño de la porción gradualmente con el tiempo. Una vez que se hayan introducido los alérgenos alimentarios más comunes a la dieta, es recomendado ofrecerlos como parte de la dieta regularmente (si es posible dos veces por semana). Sin embargo, esto no significa que cada especie individual debe ofrecerse varias veces por semana. Los diferentes pescados con aletas tienen las mismas proteínas principales, así que es totalmente aceptable rotar entre las variedades de pescado con aletas de acuerdo a la disponibilidad y preferencias personales.
Sí. El salmón es rico en proteína y grasa además de que contiene yodo, hierro, potasio, selenio y zinc. También ofrece una buena cantidad de vitaminas A, B6, B12, D y folato. Estos nutrientes trabajan en conjunto para apoyar el crecimiento, el neurodesarrollo, los niveles de energía del sistema inmune, la visión, la densidad de los huesos y mucho más. El salmón contiene ácidos grasos omega-3 incluyendo DHA lo que da soporte a la salud visual y al desarrollo cognitivo. Hay una gran variedad de salmones de donde escoger como el salmón salvaje de Alaska, el salmón rojo, el salmón de aguas frescas de Nueva Zelanda y el salmón de granja del Atlántico por mencionar algunos.
No. El salmón tiende a ser bajo en mercurio, aunque esto puede variar un poco dependiendo de donde vivió el pez y que comió.. El mercurio es un metal pesado que está presente en la mayoría de los pescados y mariscos en cantidades variables y, que cuando se consume en exceso, puede impactar de manera negativa el neurodesarrollo de los niños. Para minimizar la exposición al mercurio del pescado, sírvelo como parte de una dieta balanceada y cuando sea posible, opta por pescados bajos en mercurio como el salmón, las sardinas o la caballa del Atlántico.
Sí, está bien ofrecer salmón de lata a los bebés tan pronto como estén listos para comer sólidos. Si quisieras reducir el sodio en los alimentos del/a bebé, drenar y enjuagar el salmón bajo el chorro de agua puede reducir los niveles de sodio, pero esto no es necesario. Aprende más del sodio y los bebés en nuestra página El sodio y las comidas para bebés de 6 a 12 meses.
No, ninguno es mejor que el otro, aunque uno de los dos puede adaptarse mejor a las necesidades de tu familia. Ambos tipos de salmón son nutritivos y ofrecen beneficios.
Desde el punto de vista nutricional, el salmón salvaje de Alaska es rico en nutrientes y ofrece niveles más altos de grasas omega 3 pero también puede tener niveles más altos de contaminación ambiental que el salmón de granja. En términos de accesibilidad, el salmón de granja frecuentemente tiene la ventaja sobre el salmón salvaje ya que el de granja se produce todo el año por lo que está más disponible y frecuentemente es más barato. El salmón de granja puede tener menores cantidades de ciertos nutrientes como grasas omega 3 cuando se compara con el salmón salvaje.
Si lo deseas, puedes servir salmón hasta un par de veces a la semana, pero no te preocupes por las cantidades exactas. Durante cada comida, el/la bebé puede comer más o menos comida y cualquiera de los dos escenarios están bien cuando el salmón es parte de una dieta variada.
Si el salmón ahumado está completamente cocido, puedes ofrecer probadas de vez en cuando desde el momento en que el/la bebé esté listo/a para comer sólidos. Los productos de salmón ahumado que no están completamente cocidos (como el salmón ahumado frío) conllevan un riesgo más alto de enfermedades alimentarias para bebés cuyos sistemas inmunes siguen en desarrollo. Para este tipo de productos, no hay una edad exacta, es una elección personal para la que debes calcular el riesgo. Por último, todos los tipos de salmón ahumado contienen altos niveles de sodio así que considera servir con moderación ya que los bebés no requieren mucho sodio a esta edad.
No hay una edad específica a la que comer salmón crudo no conlleve riesgo por lo que servirlo o no es una decisión personal que debes tomar con base en información y entendiendo el contexto de tu hijo. El salmón ahumado conlleva un elevado riesgo de enfermedades alimentarias, especialmente salmonelosis y vibriosos que son enfermedades infecciones bacterianas dañinas para los bebés, niños y adultos por igual, pero con riesgos de síntomas severos en los bebés. Cocinar el pescado con aletas y los mariscos a una temperatura interna de 145 F (63 C) ayuda a matar a las bacterias malas en los alimentos.
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