Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
Las semillas de la granada se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para empezar a comer alimentos sólidos, lo que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Considera que los alimentos ácidos como la granada pueden causar o empeorar la dermatitis del pañal.
Las granadas son originarias del suroeste de Asia, donde la fruta crece en árboles de flor y en arbustos. Dentro de la cáscara de color rojo brillante de cada fruta, hay una pulpa blanca no comestible que alberga cientos de semillas de color joya, cada una con un sabor dulce, ácido y ligeramente tánico. La granada sigue siendo un cultivo importante en su región nativa, donde sus jugosas semillas son un bocadillo favorito y se utilizan ampliamente para hacer jugos, salsas y jarabes que se utilizan en sabrosos platos de pollo, berenjena y pescado, entre otros.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Sirve las semillas de granada trituradas o completamente aplanadas mezcladas con una salsa o un alimento para cucharear, como cereal caliente o yogur. Evita servir las semillas de granada enteras, ya que presentan un mayor riesgo de ahogamiento debido a su pequeño tamaño, y su consistencia resbaladiza y firme.
Sirve las semillas de granada trituradas o completamente aplanadas por sí solas para que el/la bebé las recoja utilizando su agarre de pinza en desarrollo. Si el/la bebé tiene dificultad para recoger los pequeños y resbaladizos granitos de comida, puedes continuar sirviendo las semillas de granada trituradas mezcladas con salsas o alimentos para cucharear.
A esta edad, una vez que el/la niño/a demuestre habilidades maduras para comer, como no sobre llenarse la boca de comida, masticar completamente los bocados y escupir la comida cuando es demasiado, puedes considerar servir las semillas de granada enteras por sí solas. Considera servir solo unas cuantas semillas de granada a la vez sobre la bandeja o en la mesa para ayudar a que el/la niño/a coma más despacio. También puedes seguir mezclando las semillas de granada trituradas con alimentos para cucharear si así lo deseas. No sirvas semillas de granada enteras mezcladas en alimentos para cucharear o platos mixtos aun, ya que la capacidad para controlar la consistencia de este tipo de alimentos puede disminuir al manipular también otras texturas en la boca al mismo tiempo. Muchos niños estarán listos para comer las semillas enteras en un plato mixto alrededor de los 18 meses de edad, o una vez que mastican los alimentos completamente con regularidad.
Sí. Las semillas de la granada son pequeñas, redondas, firmes y resbaladizas, características que aumentan el riesgo de ahogamiento. Para reducir el riesgo, prepara y sirve la granada de forma apropiada para la edad de cada niño/a, como se describe en la sección Cómo servir. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Conoce los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
No. La alergia a la granada es poco frecuente, aunque se han reportado algunos casos. Sin embargo, considera que las personas con síndrome de alergia oral pueden ser sensibles a la granada.
Las frutas ácidas también pueden provocar sarpullido en cualquier zona de la piel que entre en contacto con ellas o sus jugos (normalmente alrededor de la boca, en las mejillas y debajo del mentón). Si esto sucede, simplemente limpia el área con un paño frío dando palmaditas suaves (sin frotar) y debería desaparecer después de unos minutos.
Cómo lo harías al ofrecer cualquier alimento por primera vez, comienza sirviendo una pequeña cantidad durante las primeras raciones. Si no hay ninguna reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en las próximas comidas.
Sí. Las granadas aportan carbohidratos, fibra y agua, además de folato, potasio, zinc y vitaminas B6, C y K. Juntos, estos nutrientes ayudan a proporcionar energía para impulsar el movimiento y la exploración, favorecen el sistema digestivo y mantienen a los bebés hidratados. También ayudan a mantener el equilibrio electrolítico, la salud de la piel, los procesos metabólicos, la absorción de hierro, la función inmunitaria y la coagulación sanguínea. Además, son ricas en antioxidantes que favorecen la salud general.
Espera hasta que el/la niño/a tenga 12 meses para servirle jugo de granada como bebida. Considera que puede ser beneficioso esperar hasta que el/la niño/a sea mayor para compartir jugo y otras bebidas azucaradas con regularidad. Las investigaciones sugieren que el consumo regular de jugo y otras bebidas dulces tiende a aumentar el riesgo de caries dentales y a ocupar espacio en el estómago, lo que puede reducir la motivación de los niños para comer otros alimentos de mesa y puede afectar negativamente su crecimiento a largo plazo. Sin embargo, compartir una porción pequeña y ocasional de jugo después del año de edad generalmente no es un motivo de preocupación. Obtén más información sobre el jugo, y los bebés y los niños pequeños.
Sí. Está bien compartir platillos que se hayan preparado con melaza de granada tan pronto como un/a bebé esté listo/a para comer alimentos sólidos.
Nuestro equipo
Consejos de expertos directo a tu bandeja de entrada
¡Suscríbete y recibe correos semanales con recetas, consejos y más!
Copyright © 2024 • Solid Starts Inc