Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
Los champiñones de cardo se pueden comenzar a ofrecer tan pronto como el/a bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Nunca alimentes al/a bebé con champiñones que hayas recogido por ti mismo a menos que seas experto(a), ya que hay muchas especies que crecen de manera silvestre y que se ven igual, pero son venenosos.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Mezcla champiñones finamente picados y cocidos (cabeza y tallo) con alimentos que sean fáciles de recoger o de servir con cuchara como tiras de huevo, puré de vegetales o gachas. Si tienes champiñones de cardo grandes, corta los champiñones cocidos por la mitad, a lo largo (para que el tallo deje de ser redondo), y corta el tallo en tiras delgadas del tamaño de dos dedos de adulto juntos. Si el/a bebé muerde un pedazo demasiado grande, dale la oportunidad de empujar la comida hacia adelante y sacarla de su boca. Debido a que los tallos retienen su firmeza después de cocerlos, evita ofrecerlos en forma de monedas ya que las formas redondas representan un peligro mayor de ahogamiento.
Ofrece champiñones de cardo cocidos y picados por si solos para que el/a niño(a) practique agarrarlos. También puedes servirlos deshebrados: cocínalos y déjalos enfriar; usa tus manos o una batidora de mano o dos tenedores para deshebrarlos.
Sirve champiñones de cardo cocidos y picados como lo desees, solos o mezclados con otros alimentos, en pedazos del tamaño de un bocado para recoger como bocados o para usar cubiertos. También puedes ofrecerlos deshebrados: cocínalos y déjalos enfriar; usa tus manos o una batidora de mano o dos tenedores para deshebrarlos. A esta edad, si las habilidades del/a niño(a) han madurado lo suficiente (no se llena la boca demasiado, mastica la comida completamente antes de tragarla, etc.), puedes probar rebanadas más grandes de champiñón cocido para que el/a niño(a) practique morder y trozar. Sigue evitando servir champiñones de cardo en forma de moneda o cubos ya que siguen representando un peligro más alto de ahogamiento.
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Sí. Los champiñones de cardo pueden ser gomosos, firmes y resbalosos, tres cualidades que incrementan el peligro de ahogamiento. Para reducir el riesgo, pica los champiñones finamente antes de servirlos. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias a los champiñones no son comunes, pero sí existen. Ha habido reportes de anafilaxis y de irritación por contacto de aquellos que manipulan champiñones. Los champiñones también contienen quitina, un carbohidrato común que también se encuentra en los crustáceos e insectos, el cual puede contribuir a una respuesta alérgica en algunos individuos.
Ciertos individuos con síndrome de alergia oral (también llamada síndrome de alergia oral al polen), particularmente aquellos sensibles al moho, también pueden ser sensibles a los champiñones. El síndrome de alergia oral, usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocinar los champiñones puede ayudar a minimizar o incluso eliminar la reacción.
Los champiñones de cardo pueden estar preservados con sulfitos. A pesar de que los sulfitos no son un alérgeno común, algunos individuos, particularmente aquellos con asma, pueden sufrir reacciones alérgicas a los sulfitos añadidos. Si te preocupan los sulfitos, evita ingredientes como dióxido de azufre, bisulfito de potasio, metabisulfito de potasio, bisulfito de sodio, metabisulfito de sodio u sulfito de sodio por nombrar algunos.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Sí. Los champiñones de cardo con una buena fuente de vitamina B6 y fibra. También ofrecen un poco de zinc y algunas variedades contienen vitamina D. Estos nutrientes, trabajan en conjunto para dar soporte al neurodesarrollo del/a bebé, a su metabolismo, percepción de gusto y olfato, sistema inmune, salud de los huesos y mucho más.
Estos champiñones también se consiguen en forma de polvo y secos. Los polvos pueden tener cantidades de sodio que exceden las necesidades del/a bebé por lo que opta por champiñones de cardo frescos o secos para bebés menores de 12 meses de edad.
Asegúrate de comprar los champiñones de un proveedor conocido y evita recolectar champiñones para compartir con el/a bebé a menos que seas experto(a) ya que hay muchas especies que crecen de manera salvaje y que se ven igual, pero son venenosos.
Sí, pero es mejor servirlos cocidos. Cocinar los champiñones puede reducir el riesgo de enfermedades alimentarias y hace que sean más fáciles de digerir, así como reduce el riesgo de ahogamiento.
Sí. Los champiñones de cardo contienen fibra y agua, los cuales dan soporte a las bacterias sanas en el intestino, ayudan a acumular popó y a hidratar el intestino. Los champiñones también ofrecen prebióticos, los cuales son carbohidratos especiales que ayudan a las bacterias buenas en el intestino a florecer. Introduce alimentos ricos en fibra como los champiñones de manera gradual y regular en la dieta del/a bebé conforme los tolere; un poco de gas o un par de explosiones en el pañal son signos del que el sistema digestivo del/a bebé se está ajustando por lo que no es necesario eliminarlos de la dieta del/a bebé. Recuerda que los patrones de evacuación pueden cambiar de manera significativa de niño(a) a niño(a). Si tienes alguna preocupación sobre las evacuaciones del/a bebé y sus funciones digestivas, habla con tu pediatra.
El champiñón de cardo se originó en las tierras fértiles alrededor del mar Mediterráneo. A pesar de que estos champiñones crecen de manera salvaje, avances recientes en técnicas de agricultura están haciendo que estas variedades de champiñones sean asequibles en todo el mundo. Este champiñón se conoce por muchos nombres, champiñón ostra rey y champiñón King Trumpet por mencionar algunos. Sin importar el nombre que se les dé, estos champiñones se pueden identificar por su aspecto distintivo: una cabeza plana y café que se sienta arriba de un tallo blanco largo y liso que es tan grueso o más grueso que la cabeza. Tanto la cabeza como el tallo son comestibles y mantienen su textura firme cuando son expuestos al calor o cuando se marinan, haciéndolos una gran opción como sustituto de carne en preparaciones vegetarianas o veganas.
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