Melón cantalupo

El melón, especialmente las bolitas de melón, es un peligro de ahogamiento. Sigue leyendo para aprender sobre cómo servir esta fruta de manera segura.

El melón cantalupo se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. 

El melón cantalupo es un tipo de cucurbitácea, una familia de melones que incluye muchas variedades incluyendo el melón verde y muchos otros. Mientras que el origen exacto de esta fruta se desconoce, ha crecido desde hace mucho tiempo en regiones cálidas de África y Asia y hoy en día crece en todo el mundo en donde se conoce con diferentes nombres. En Europa, este tipo de melón puede tener una cáscara suave con acanalados verdes y pulpa dulce y naranja. El color, tamaño y forma dependen de la variedad, pero todos comparten su dulzura.

Sí. El melón cantalupo es rico en potasio, folato, vitaminas A, B6 y C, así como carotenoides como betacaroteno, luteína y ceaxantina. Adicionalmente, contiene muchos antioxidantes, compuestos fenólicos y flavonoides. En conjunto, estos nutrientes dan soporte a la hidratación del/a bebé, al balance de electrolitos, al sistema nervioso, la visión, el metabolismo, la inmunidad y en general a la resiliencia del cuerpo.

Es importante lavar y preparar todo tipo de melones con cuidados adicionales. La cáscara del melón puede tener bacterias patogénicas de la tierra en la que crece. Inmediatamente antes de servir el melón, lava y talla bien la cáscara y sécala antes de cortarlo. Lavar el melón con agua es suficiente, no hay necesidad de utilizar un producto especial o detergente.

★ Consejo: Elige el melón que se sienta pesado para su tamaño y que no tenga partes suaves o moho. Toma nota de que el melón es muy perecedero; es mejor consumirlo dentro del primer o segundo día de que haya madurado. Para saber si el melón está maduro, lo puedes oler: la fruta tendrá un olor floral, almizclado y dulce.

No. El melón cantalupo no es un alérgeno común, aunque las personas con síndrome de alergia oral (también conocido como síndrome de alergia oral al polen) especialmente aquellos alérgicos al polen de la ambrosia, pueden ser sensibles al melón. El síndrome de alergia oral, usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocinar el melón puede ayudar a minimizar o incluso eliminar la reacción. Si el/a bebé sufre del síndrome de alergia oral, pueden tener irritaciones por contacto en las manos y cara después de agarrar o comer melón. Lavarle las manos inmediatamente después de tocar el melón y aplicar una pomada de barrera (como vaselina o una combinación de aceite y cera vegetal) a la cara antes de comer, puede prevenir las irritaciones.

Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.

Sí. El melón es firme y resbaloso, dos cualidades que pueden incrementar el riesgo de ahogamiento. El peligro es aún más alto si el melón se parte en bolitas o en pedazos grandes, especialmente cuando no está completamente maduro y más firme. Para reducir el riesgo, corta el melón maduro en pedazos delgados. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas. 

Conoce los signos del ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.  

Las señales incluyen poder sentarse con mínimo apoyo, mantener la cabeza erguida y poder alcanzar y agarrar un objeto y llevárselo a la boca con éxito mientras está sentado/a. El/la bebé también debe mostrar interés en comer y en observar comer a sus cuidadores. Para ejemplos visuales de bebés que están listos y que no, visita nuestro artículo sobre señales de preparación.

Hay muchos alimentos que pueden ser excelentes opciones. Busca alimentos que permitan que el/la bebé se alimente solo/a fácilmente, que tengan bajo riesgo de ahogamiento y que ofrezcan los nutrientes que los bebés necesitan, como el hierro. Algunos de nuestros primeros alimentos favoritos incluyen brócoli al vapor, avena, y semilla de mango. Obtén aún más ideas en nuestra guía, 50 alimentos sensacionales para comenzar sólidos.