Hay muchas razones por las que un(a) niño(a) puede no estar interesado(a) en comer, pero ¿qué hacer cuando los/las bebés o niños(as) pequeños(as) ni siquiera están interesados en tocar su comida?
Si un/una bebé no está comiendo, está tratando de comunicar algo. Para algunos bebés, es posible que simplemente no tengan el interés, la habilidad o el deseo de comer en ese momento; para otros, puede ser más complicado dado su historial (reflujo, una mala arcada, asociaciones negativas con la silla alta, etc.). Es importante escuchar las señales del/la bebé en cualquiera de estas situaciones mientras se le guía a aprender.
Lo mejor que puedes hacer es traer tranquilidad y confianza en la mesa y creer que el/la bebé puede aprender las habilidades necesarias para comer. En otras palabras, ¡mantén la calma y no te rindas!
Has leído todo acerca de cómo comenzar con los sólidos. Tienes la silla alta, el babero y sabes qué comida quieres ofrecer primero. Y luego, en un abrir y cerrar de la cámara, en el punto más alto de tu anticipación, tu burbuja estalla. El/la bebé no se lleva nada a la boca.
O tal vez comenzaste con la alimentación con cuchara y purés y decides dejar que tu bebé se alimente con las manos. Cortas la comida a la perfección, la preparas de forma adecuada, pero en lugar de disfrutarla, el bebé no toca nada.
A los 6 meses de edad o menos, los/las bebés a menudo simplemente no están listos. Evalúa si el/la bebé realmente está listo para los sólidos (visita nuestra página sobre como saber si el/la bebé está listo para empezar sólidos o ve nuestro video) y asegúrate de que el/la bebé realmente cumpla con todos los requisitos de desarrollo antes de comenzar a comer alimentos sólidos.
Considera esperar una semana o dos. Si el/la bebé tiene alrededor de 6 meses o menos y muestra señales de estar listo o lista, pero no interactúa con la comida que se le ofrece, trata de no preocuparte demasiado. Muchos bebés a esta edad simplemente no están cognitivamente preparados para alimentarse por sí mismos, incluso si están mostrando las señales motoras de desarrollo. Esto es normal.
Incluso en la alimentación con cuchara, muchos bebés se apartan de la cuchara cuando no están listos. Esta es una señal que indica que aún no están interesados o listos. Escucha lo que te dice el/la bebé. A veces, los comensales más jóvenes sólo necesitan una o dos semanas más para empezar a pensar en comer.
Evita cambios en el horario de alimentación. Animar o forzar al bebé a comer antes de que esté listo o lista puede conducir a un camino lleno de baches de rechazo a la comida. A esta edad, evita cambios en el horario de alimentación para crear suficiente hambre para probar los alimentos sólidos. Recuerda: La fuente primaria de nutrición del bebé debe ser leche materna o fórmula hasta los 12 meses de edad. Además, un bebé demasiado hambriento no puede aprender. Los/las bebés que tienen demasiada hambre y aún no tienen las habilidades para alimentarse por sí mismos terminarán frustrándose en la mesa. (Y terminarán gritando por el pecho o el biberón.)
Deja que el/la bebé te observe comer a menudo. Incluso antes de comenzar con los alimentos sólidos, trae a el/la bebé a la mesa. Acerca su sillita para que el/la bebé pueda verlos comer o siéntalo en tu regazo. Canaliza un ambiente alegre: ríe, sonríe y disfruta de tu comida para que el/la bebé pueda ver que comer es divertido. Cuando el/la bebé esté listo o lista para comenzar con los alimentos sólidos, acerca la silla alta del bebé a la mesa o coloca a el/la bebé en tu regazo mientras TÚ comes. Los bebés aprenden observándonos, y muchos bebés pequeños necesitan modelos repetidos para darse cuenta de que la comida va en la boca.
Llama la atención de el/la bebé. Golpea la bandeja o la mesa de su silla alta con el tenedor o el dedo, llámale por su nombre y haz contacto visual. Una vez que esté prestando atención, lleva la comida a tu boca y sonríe. Esto es especialmente importante para los bebés que han sido alimentados con cuchara. Los bebés alimentados con cuchara aprenden que la comida viene con una cuchara, es llevada a su boca y ellos/ellas la tragan. Agarrar la comida con las manos y llevársela a la boca es una historia completamente diferente: el concepto de que las manos llevan la comida a la boca es completamente nuevo. Lee los consejos para ayudar a el/la bebé a agarrar y llevar la comida a la boca a continuación, o sumérgete en nuestro video sobre la transición de la alimentación con cuchara a la autoalimentación.
Háblale a el/la bebé y describe la comida: “¡Estos son unos deliciosos espaguetis con la famosa salsa de la abuela Mary! ¡Es picante y dulce al mismo tiempo!”
Modela con la boca abierta. Tira tus modales por la ventana y mastica con la boca abierta para que el/la bebé pueda ver lo que estás haciendo. Cuando tragues, señala a tu estómago y di algo como: “¡Los espaguetis llegaron hasta mi barriga!”. Puede sentirse un poco tonto, pero modelar hace una gran diferencia para muchos bebés pequeños.
Ofrece los alimentos en GRANDE. Puede parecer contradictorio, pero para los/las bebés pequeños, cuanto más grande, mejor. Observa como un bebé de 6 a 9 meses interactúa con los juguetes y notarás que usa todos los dedos y la palma de la mano para agarrar cosas. Los trozos de comida más grandes son mucho más fáciles de agarrar, sostener y controlar. Aprender a masticar es un trabajo difícil y queremos ayudarlos a que todo lo demás (es decir, alcanzar y agarrar) sea lo más fácil posible. Un bebé que lucha con un trozo de comida muy pequeño puede darse por vencido porque aún no tiene la habilidad para agarrarlo.
Los trozos de comida más grandes también son más fáciles de manejar para el bebé en la boca. El cerebro nota y registra piezas grandes más fácilmente. Los/las bebés pequeños tienen más probabilidades de explorar y mover piezas grandes en la boca con éxito.
El objetivo es proporcionar un desafío adecuado, no demasiado difícil o demasiado fácil. Los trozos de comida más grandes le brindan a el/la bebé un desafío divertido, y no son demasiado difíciles de alcanzar, agarrar y mover con la lengua. Cuando las tareas son demasiado difíciles, los bebés pueden darse por vencidos y (a su manera) decir: "¡No, gracias!" El control de la motricidad fina mejora a medida de que el/la bebé se acerca a los 9 meses cuando comenzará a usar el pulgar y el índice para pellizcar objetos más pequeños. Este es un buen momento para reducir el tamaño de los alimentos para que puedan utilizar su nueva habilidad.
Si el/la bebé recién comienza a alimentarse solo después de un período de alimentación con cuchara, es posible que no sepa qué hacer con la comida que tiene por delante. Recuerda, ha estado practicando una habilidad específica para comer (aceptar una cuchara) y necesita aprender una forma completamente diferente de comer.
Asegúrate de que el/la bebé venga feliz a la mesa. Si el/la bebé se frustra desde el momento en que lo(a) pones en la silla alta, comienza allí. Toma un descanso de la silla y sirve una comida con el/la bebé sentado(a) en tu regazo o haz un picnic en el piso de la sala familiar. A algunos(as) bebés les gusta un poco de emoción en el camino a la mesa: ¡trata de bailar, dar vueltas o gatear! Prepara a el/la bebé para el éxito y comienza la comida con un ambiente de felicidad.
Modela tu rutina diaria de alimentación. Esto es especialmente importante si estás pasando de la alimentación con cuchara a la autoalimentación con el/la bebé. Recuerda: todo lo que hace el/la bebé es una habilidad nueva, y necesita ver cómo se hace para entenderlo mejor.
Imita las expresiones faciales de el/la bebé y anímalo(a) a que te imite. Observar para aprender es una gran parte de la infancia. Piénsalo de esta manera: cuanto más disfrutas algo, más interés tendrá tu bebé en ello. Cuanto más miras tu teléfono, más quiere el/la bebé jugar con él, ¿verdad? ¡Disfruta de tu comida, y el bebé también querrá participar en ella!
Llama la atención de el/la bebé hacia la comida. Toca la bandeja de el/la bebé cerca de la comida para asegurarte de que esté atendiendo visualmente, llama su nombre y di algo como: "¡Mira!" A veces, una simple señal es todo lo que un(a) bebé necesita para reconocer y tocar la comida en una bandeja. Nota: Aunque no es común, la falta de atención sostenida puede ser una señal de autismo. Si el/la bebé no presta atención a la comida después de repetidos intentos de llamar su atención, consulta a tu profesional de la salud.
Ofrece la comida verticalmente en el aire. Ofrecer la comida en el aire facilita que el/la bebé la recoja. También puedes intentar colocar la comida en posición vertical para que sea más fácil de agarrar para el/la bebé. (Por ejemplo, palitos de plátano en yogur con el plátano en posición vertical). Si el/la bebé aún no está interesado(a), trata de darle una mordida a la comida y luego ofrécele ese trozo a el/la bebé en el aire. Si ofreces algo como yogur, avena u otros alimentos en forma de puré, puedes precargar la cuchara y dársela a tu hijo(a) o sostener la cuchara en tu boca e inclinarte hacia el/la bebé para que el o ella la agarre.
Ofrece la comida de tu propia boca. Deja a un lado tus modales y prueba este truco de los terapeutas de alimentación que no falla: sostén la comida entre tus dientes, inclínate hacia el/la bebé y deja que saque la comida de tu boca con las manos.
Recuerda: el primer paso es que el/la bebé interactúe con la comida; si están alcanzando y/o agarrando los alimentos, ¡es progreso! La paciencia es clave. No esperamos que los/las bebés rueden boca abajo de manera constante la primera vez que lo intentan. Del mismo modo, tampoco esperamos que los/las bebés coman constantemente al principio. Su principal fuente de nutrición sigue siendo la leche materna o fórmula hasta los 12 meses de edad. Cualquier comida de mesa que consuman ya es una ventaja.
Lleva a el/la bebé a la mesa con hambre. Considera ofrecer el pecho o el biberón entre 1.5 y 2 horas antes de la hora de la comida, para que tenga un poco más de apetito por comer la comida que tiene en la bandeja.
Sin embargo, si un(a) bebé de 9 a 12 meses intenta comer, pero parece frustrado(a) e irritable en la mesa, podría ser una señal de que tiene demasiada hambre y quiere comer, pero aún tiene que perfeccionar su motricidad fina o sus habilidades para masticar. Así como los adultos, los/las bebés también se ponen de mal humor cuando tienen hambre. Esto podría ser una señal de que el/la bebé necesita un aperitivo, para que venga a la mesa con ganas de comer, listo(a) para aprender y desarrollar habilidades, pero no con demasiada hambre. Considera una pequeña toma de pecho o un biberón pequeño 30-45 minutos antes de la hora de comer u ofrece alimentos fáciles de comer para comenzar la comida.
Si necesitas una guía más completa sobre qué hacer cuando tu bebé no quiere comer, consulta nuestra guía sobre Cómo responder al rechazo de los alimentos en los bebés.
Aquí hay algunos consejos adicionales para fomentar la exploración de alimentos y nuevas habilidades para los niños y niñas pequeños que se resisten a tocar los alimentos o que han sido alimentados con cuchara y ahora están haciendo la transición a los alimentos de mesa para alimentarse solos.
La práctica hace al maestro. Los niños y niñas pequeños aprenden haciendo. Es posible que necesiten práctica adicional para agarrar comida con las manos y usar recipientes. Puedes fomentar y practicar estas habilidades transfiriendo agua con vasos en la bañera o moviendo granos secos como arroz o frijoles con cucharas o con las manos.
Deja que te alimente. Si el niño/niña está bien tocando la comida pero no se alimenta solo(a), pídele que te dé de comer. Dirige su atención a un trozo de comida, entrégaselo y pídele que te lo ponga en la boca. Si tienes mascotas (y te sientes cómodo/a con las manos pequeñas cerca de la boca de un cachorro), pídele al niño(a) que alimente al perro.
¡Implementa juego simbólico o dramático! Denle de comer a los animales de peluche o a las muñecas y explica lo que sucede: “¡Le diste un trozo de queso al conejito! ¡Llegará hasta su barriga y la ayudará a crecer grande y fuerte!
Modela y narra más. Los(as) niños(as) pequeños(as) aprenden mucho observando y modelando. Demuestra cómo alimentarte y verbaliza explícitamente lo que está sucediendo: “¡Mamá se está metiendo este banano en la boca! ¡Y luego lo va a masticar con los dientes! ¡Mira!" Luego señala desde tu boca hasta tu panza y explica: “¡El banano va hasta mi barriga para ayudarme a sentirme fuerte!”.
Participa en juegos sensoriales fuera de la hora de comer. Si el/la niño(a) no quiere tocar ciertas texturas (como texturas húmedas, frías, o pegajosas), haz actividades sensoriales fuera de la mesa. Opta por pinturas para dedos, crema de afeitar o slime. Si la aversión a diferentes texturas ocurre más allá de los alimentos, considera hablar con tu pediatra. Un terapeuta ocupacional capacitado en integración sensorial puede ayudarte.
Explora diferentes formas, tamaños y accesorios. Algunos(as) niños(as) pequeños(as) responden bien a hacer que la comida sea más divertida. Trata de servir la comida con un palillo o córtala en una forma divertida. El mango en trozos pequeños en un plato puede parecer totalmente aburrido... pero ¿mango en palillos? ¡Divertido!
Deja de darle de comer con cuchara. Si un(a) niño(a) pequeño(a) sabe que siempre será alimentado(a) con cuchara para satisfacer su necesidad de hambre, es menos probable que intente alimentarse independientemente, lo que es más difícil para él/ella. Consejos para esta transición:
Comienza a comer un poco antes de lo habitual para que tenga hambre, pero no esté demasiado hambriento o de mal humor.
Usa los consejos anteriores acerca de modelar y enséñale como se alimente solo(a)..
Si estás seguro(a) de que pueden masticar los alimentos, considera no darles de comer con cuchara y ver así si se alimenta independientemente. Si elige no comer, permítele aprender que el hambre es una consecuencia natural si no come. Esto es apropiado para la edad y debería funcionar rápidamente. Si tienes alguna inquietud, discute un plan de acción con un terapeuta de alimentación o un proveedor de atención médica.
Ofrece un refrigerio o merienda que pueda comer solo(a) un poco más tarde para ayudarle a solidificar la habilidad.
Para obtener más apoyo e información acerca de la transición de la alimentación con cuchara a la auto-alimentación en bebés y niños(as) pequeños(as), ve nuestro video aquí.
Si necesitas una guía más completa sobre qué hacer cuando los niños pequeños no quieren comer, consulta nuestra guía sobre El rechazo a los alimentos y los niños pequeños.
Si el/la niño(a) no ha tenido la oportunidad de aprender a masticar los alimentos y parece tener problemas con consistencias que no sean purés, considera hablar con tu pediatra sobre una consulta para terapia de alimentación con un terapeuta ocupacional o del habla para ayudar a desarrollar las habilidades de masticación.
¿Te pasa que el/la bebé o el/la niño(a) pequeño(a) interactúa con todo menos con texturas mojadas como el yogur, la avena o las salsas? Algunos(as) niños(as) son más sensibles a este tipo de textura y pueden necesitar ayuda para aprender a tolerarla.
Practica la auto-alimentación con una cuchara. Esta es una habilidad que los/las bebés y niños(as) pequeños(as) necesitan para toda la vida, por lo que practicar con cucharas precargadas o “cucharear” con utensilios son excelentes opciones. Ofrece la cuchara pero no la pongas en la boca de el/la bebé: detente a unos centímetros de su cara y deja que el/la bebé alcance la cuchara para acercarla a su boca.
Proporciona oportunidades para juegos sensoriales. Hay muchas ideas en el internet para "contenedores sensoriales" para bebés y niños(as) pequeños(as), pero considera jugar en el pasto húmedo, pintar con salsa de tomate, hacer masa comestible, pintar con los dedos, o jugar con esponjas en el baño o en una mesa de agua.
Deja que el bebé te alimente. ¿Está dispuesto(a) a tocar la comida para ponerla en tu boca? Esto puede ser una excelente puerta de entrada para tocar la comida para los/las bebés.
Evita limpiarle las manos de forma excesiva. A veces, cuando los/las bebés y niños(as) pequeños(as) saben que el juego sensorial termina con una limpieza, evitan por completo la actividad anticipando el final. Es difícil ver a los/las niños(as) ensuciarse mucho, pero hay un gran beneficio en dejar que se embarren. Haz que la limpieza sea divertida y alegre. Ve al fregadero, abre el chorro de agua y haz una fiesta de chapoteo.
Por lo general, la falta de interés en tocar los alimentos no suele ser una preocupación; a menudo es sólo una señal de que el/la niño(a) necesita más exposición y práctica. Sin embargo, consulta a tu pediatra si el/la niño(a):
Tiene náuseas, arcadas o vómitos al ver o tocar la comida.
Es extremadamente sensible a ciertas texturas (como mojadas, pegajosas, etc.). Es posible que necesiten ayuda adicional con el procesamiento sensorial. Habla con tu profesional de la salud para que lo/la refiera a terapia ocupacional para ayudarlo(a) a regular mejor su cuerpo.
Dificultad subiendo de peso a pesar de beber leche materna o fórmula.
No consume ningún alimento sólido después de los 8 meses de edad. Nota: Los/las bebés y niños(as) pequeños(as) alimentados con cuchara en transición a comer con las manos y comer solos pueden tener un período de rechazo a la comida. Ve nuestro video para obtener consejos sobre cómo ayudar con esta transición.
No acepta alimentos masticables después de un par de semanas de exposición a alimentos sólidos (9 meses o más). Si el/la bebé tiene menos de 9 meses y no acepta alimentos masticables, utiliza los consejos anteriores para la edad del bebé y dale un poco más de tiempo.
Traga todos los alimentos masticables enteros sin intentar masticarlos y tiene 12 meses o más.
No presta atención a la comida en la bandeja después de intentar llamar su atención (llamándole por su nombre, golpeando la bandeja, etc.). Aunque no es común, la falta de atención sostenida puede ser una señal de autismo.
No importa la edad del bebé, recuerda la división de responsabilidades. Hay ciertas cosas que puedes controlar y ciertas cosas que no:
Tú controlas qué alimentos se ofrecen al niño(a), cuándo se ofrecen y cómo se presenta la comida (es decir, tu actitud).
Tu hijo(a) tiene el control de sí come y cuánto.
No importa cuánto lo intentes, no puedes controlar si tu hijo(a) comerá ni cuánto comerá.
Tratar de controlar su consumo es un camino lento hacia el agujero de la selectividad para comer y el rechazo a la comida. Prueba una o dos estrategias en la comida, y si tu hijo(a) todavía no está interesado(a), disfruta de tu propia comida y sigue adelante. Mañana es otro día.
La forma en que te presentas a la comida es mucho más importante de lo que probablemente te das cuenta. Los estudios científicos que han estudiado los caprichos para comer muestran que la preocupación de los padres por el consumo y forzar a los bebés a comer cuando no están interesados conduce constantemente a una alimentación selectiva o quisquillosa más adelante.
Entonces, respira hondo y trata de divertirte mientras el/la niño(a) instintivamente tambalea al empezar a aprender a comer.
Si te preocupa el aumento de peso de tu hijo(a) o su capacidad para comer alimentos de mesa, háblalo con su pediatra. Un terapeuta de alimentación también puede brindarte nuevas ideas y apoyo adicional.
Revisado por:
C. Aycinena M., MS RD
A. Derma, CCC-SLP/L
K. Rappaport, OTR/L, MS, SCFES, IBCLC
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT
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