Nosotros sabemos que puede ser confuso cuando tu niño(a) pequeño(a) de la nada comienza a rechazar los alimentos. ¿Es alimentación quisquillosa o es un comportamiento típico de su edad? Tal vez sea algo con lo que has estado batallando por algún tiempo y no estás seguro(a) si verdaderamente estas lidiando con una alimentación quisquillosa y debes buscar ayuda. A continuación, presentamos algunas preguntas para ayudarte a determinar cuál de nuestros recursos se adaptaría mejor a tus necesidades.
Nota: si tu niño(a) pequeño(a) está batallando para hacer la transición de la alimentación con cuchara o purés a alimentos masticables, consulta nuestro curso De purés a bocados para más información sobre cómo navegar esta transición y ayudar a tu niño(a) pequeño(a) a desarrollar las habilidades motoras orales necesarias para masticar y mover los alimentos en la boca.
¿Cómo se ve la selectividad típica de los(as) niños(as) pequeños(as)?
La mayoría de los(as) niños necesitan una base sólida formada por horarios de comidas, rutinas y límites para desarrollar las habilidades necesarias para comer.
En general, las siguientes características son comunes en la primera infancia y se pueden manejar mejor con las estrategias discutidas en nuestras Guías y cursos para niños(as) pequeños(as).
Lanza alimentos
Tiene dificultades para sentarse o permanecer sentado en la silla alta/trona
Tiene desbordes emocionales cuando no se le ofrecen sus alimentos favoritos
Rechaza verduras o proteínas de vez en cuando
Escupe los alimentos
Come una pequeña cantidad y luego dice “ya terminé” o se levanta de la mesa
Muestra preferencias por ciertos alimentos o grupos de alimentos
Come bien en algunas comidas y mal en otras
Come bien en la guardería/con los cuidadores y mal en casa o viceversa.
Come algunos alimentos en el plato, pero no lo prueba todo
¿Cuál es la diferencia entre la selectividad relacionada con la niñez temprana y la alimentación quisquillosa?
La alimentación quisquillosa lleva a la selectividad de la niñez temprana a un nivel completamente distinto. La alimentación quisquillosa a menudo se relaciona con problemas subyacentes como la ansiedad o el miedo en torno a los alimentos y/o las comidas, el procesamiento sensorial o el retraso en el desarrollo.
Los(as) niños(as) que exhiben comportamientos relacionados con la alimentación quisquillosa necesitan que los cambios se hagan de forma lenta y consistente, equilibrados con amor y adaptaciones adicionales para aprender a tolerar un entorno típico a la hora de comer y explorar alimentos nuevos.
El nivel de apoyo necesario para trabajar con un(a) niño(a) con alimentación quisquillosa suele ser demasiado para los(as) niños(as) pequeños(as) con un desarrollo típico que solo están demostrando selectividad. Es importante evaluar los comportamientos de tu niño(a) pequeño(a) y determinar si el comportamiento es típico y apropiado para su edad o no, ya que el apoyo necesario en casos de alimentación quisquillosa puede empeorar el comportamiento selectivo y la rigidez del/a niño(a) pequeño(a), evitando así que salga de esta etapa.
Aquí hay algunas características que diferencian la alimentación quisquillosa de la alimentación selectiva típica de la primera infancia.
Primera infancia temprana (12 a 18 meses)
Esta puede ser una edad complicada ya que la mayoría de los(as) niños(as) de esta edad muestran señales de la selectividad típica de la primera infancia, no una alimentación quisquillosa. Para determinar si tu niño(a) pequeño(a) realmente tiene dificultades para comer, primero considera estas preguntas:
1) ¿El/la niño(a) pequeño(a) viene a la mesa con hambre?
¿Se la pasa “picando” comida todo el día o come refrigerios con frecuencia?
¿Toma más de 16 onzas (475 ml) de leche de vaca o bebidas alternativas a la leche al día?
¿Toma biberones o amamanta con frecuencia durante el día o la noche?
¿Carece de un horario de comidas consistente?
Si respondiste que sí a cualquiera de estas preguntas, es probable que el/la niño(a) esté llegando a la mesa sin hambre. Consulta nuestro paquete para niños(as) pequeños(as) para ayudarte a establecer el apetito y los ritmos de las comidas.
2) ¿Le ofreces una amplia variedad de alimentos al/a niño(a), incluidos los alimentos que tú comes?
Si no, comienza con las estrategias de las guías para niños(as) pequeños(as) para establecer algunos hábitos fundamentales, los cuales deberían mejorar gradualmente los hábitos alimenticios del/a niño(a).
Si tu hijo(a) viene a la mesa con hambre, Y tú le ofreces una amplia variedad de alimentos, Y tu hijo(a) demuestra algunos de los siguientes comportamientos, consulta nuestros recursos para revertir la alimentación quisquillosa:
Se niega a comer o explorar alimentos durante varios meses (3 o más).
Come menos de 10 alimentos consistentemente
Llora cuando ve o se sienta en la silla alta/trona y cambiar el entorno (sentarse en el regazo del/a p/madre, comer en otro lugar) no ayuda
Tiene arcadas con la mayoría de los alimentos, no solo con los alimentos difíciles de masticar.
Necesita pantallas, juguetes, otras distracciones, que se le alimente o se le presione para comer, aunque sea unos pocos bocados de comida
Niños(as) pequeños(as) mayores/primera infancia avanzada (18 meses o más)
Comienza con nuestro paquete de alimentación quisquillosa si tu hijo(a):
Prefiere morirse de hambre antes que comer un alimento que no es su favorito
Exhibe sensibilidades sensoriales específicas y/o desafíos tales como negarse a tener las manos sucias, evitar tocar texturas húmedas o que embarren, u odia que le laven las manos, la cara o los dientes, etc.
Muestra señales de ansiedad severa en la mesa, es decir, exhibe desbordes emocionales más intensos o diferentes en comparación con los desbordes/rabietas que pueden ocurrir en otros momentos del día
El comportamiento y el rechazo son consistentes, es decir, el rechazo/comportamiento no cambia de una comida a otra, un día a otro, una semana a otra, o de un(a) cuidador(a) a otro(a)
No toca ni interactúa con los alimentos en lo absoluto, incluso con poca o sin presión y amplias oportunidades para ir a su propio ritmo. Nota: Lanzar comida cuenta como una interacción.
Ha exhibido comportamientos de rechazo y/o problemas de alimentación durante 4 a 6 meses o más.
Consideraciones generales relacionadas a la alimentación quisquillosa (para todas las edades)
Considera el paquete de alimentación quisquillosa si...
El peso del/a niño(a) es tema de preocupación o su aumento de peso ha disminuido o ha perdido peso
Sientes que no puedes parar [la lactancia, los biberones, de darle de comer, de usar distracciones y/o presión] o el/la niño(a) no comerá
El/la niño(a) solo come ciertas marcas o tipos de alimentos, por ejemplo, macarrones con queso Kraft pero no Annie's; nuggets de pollo de dinosaurio pero no los estándar; queso de un paquete rojo pero no azul
El/la niño(a) rechaza por completo una comida (incluso un alimento preferido) si está en el plato con o tocando un alimento nuevo o que no le gusta
Te sientes constantemente estresado(a) acerca de cómo se comportará tu hijo(a) en las comidas o si comerá. Las comidas y la alimentación son la parte más difícil de criar al/a niño(a) o te entra el pánico al pensar en salir a comer con tu familia o ir a cenar a la casa de un(a) amigo(a) o familiar si no tienes algo específico para ofrecerle a tu hijo(a).
¿Todavía tienes preguntas? Escríbenos a [email protected] y con mucho gusto te ayudamos a encontrar el recurso adecuado para ti.
Al comprar el Pase completo de alimentación quisquillosa, obtienes acceso a todas las guías y cursos sobre alimentación quisquillosa. Es apropiado para niños(as) de 18 meses a 6 años de edad. El acceso a las guías y videos jamás expira, una vez comprado el paquete, tendrás acceso para siempre.
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