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Leer másSugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
El jalapeño se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, lo cual es generalmente alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, puede que desees esperar hasta que el/la bebé haya probado una gran variedad de alimentos, ya que el chile suele ser picante y se prepara con otros alimentos, lo que puede causar confusión sobre cuáles alimentos son picantes por naturaleza y cuáles no. Toma nota de que el chile puede causar irritación no dañina cuando entra en contacto con la piel, así como causar o empeorar rozaduras en el pañal y generar malestar estomacal.
El chile jalapeño, y su forma seca, el chile chipotle, tienen su origen en América, en donde se han utilizado para dar un toque brillante y picante a moles, salsas, sopas y otros platillos durante miles de años. El nombre “jalapeño” viene de uno de sus primeros sitios de cultivo, la ciudad de Jalapa en México. El nombre se le quedó al chile a medida que la colonización y el comercio llevaron su sabor alrededor del mundo. El jalapeño es parte de una amplia variedad de chiles, los jalapeños frecuentemente se encurten cuando están verdes y no completamente maduros, pero también se pueden usar maduros y de color rojo brillante. Los jalapeños más maduros normalmente se secan y se ahúman para hacer chile chipotle.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Deja que el/la bebé pruebe una pequeña cantidad de tu comida que contenga jalapeño finamente picado, pero considera esperar hasta que el/la bebé sea un poco mayor para ofrecerle regularmente alimentos muy picantes. Al principio, el objetivo es ayudar al/a bebé a hacer la conexión de que la comida es placentera, no dolorosa. En segundo lugar, queremos que el/la bebé comprenda el sabor de una variedad de alimentos, independientemente de la especia. Cuando decidas dejar que el/la bebé pruebe un alimento con chile picante, equilibra el sabor, sirviéndolo junto con un alimento cremoso como puré de aguacate, yogur natural o leche apropiada para su edad.
Mezcla una pequeña cantidad de jalapeños finamente picados (crudos o cocidos) con los alimentos del/a bebé como chille con carne, guacamole o salsa. Si quieres reducir el picor, elimina las semillas y la membrana (las venas en donde se encuentran las semillas), ya que contienen concentraciones más altas de capsaicina. Ten a la mano alimentos cremosos como aguacate, yogur natural para ayudar a contrarrestar cualquier sensación incómoda que pueda generar el jalapeño. Cuida las manos del/a bebé (muchos niños a esta edad se tocan la cara y los ojos mientras comen, por lo que intenta intervenir antes de que se irriten los ojos).
Corta jalapeños crudos o cocidos en tiras delgadas o en semicírculos o continúa picando jalapeños y mezclándolos con los alimentos del/a bebé. Remover la membrana blanca y las semillas de adentro del chile puede ayudar a reducir el picor si así lo deseas. A esta edad, también puedes servir alimentos que contengan jalapeños encurtidos (cortados en semicírculos o picados). Sirve con alimentos cremosos, con lácteos o un pequeño vaso abierto con leche para ayudarle a manejar el picor. Si el/la niño(a) no está acostumbrado al sabor, avísale que la comida tiene sabores fuertes antes de que pruebe el platillo.
Ofrece jalapeños crudos o cocidos partidos en rebanadas redondas para acompañar platillos como chile con carne, huevos revueltos, tacos y más. A esta edad, muchos niños están listos para dar mordidas a pedazos más grandes de comidas enteras. Cuando sientas que el/la niño(a) esté listo(a), intenta servir un jalapeño cocido entero sin tallo. Sírvelo con lácteos o alimentos altos en grasa para ayudarle a balancear el picor y avísale que el platillo pica antes de que lo muerda.
Revisa nuestra guía 100 cenas para bebés y niños para obtener recetas fáciles para toda la familia.
No. Cuando se pica finamente, el chile jalapeño no es un peligro de ahogamiento, pero su picor puede causar tos y más saliva de la normal (lo que puede generar arcadas). Cuando compartas alimentos con chile con el/la bebé, sirve su poción en conjunto con alimentos cremosos como puré de aguacate, yogur natural o leche apropiada para la edad como leche materna/fórmula o de vaca para balancear el picor. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y de mantenerte al alcance del/a bebé durante las comidas. Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento, y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. Las alergias al jalapeño son poco comunes, aunque se han reportado. Las reacciones por contacto (como irritación temporal en la piel o en los ojos, dificultad para respirar y malestar estomacal) debido al picor de los chiles como el jalapeño se puede confundir con una reacción alérgica. Estas reacciones se deben a las cualidades irritantes de la capsaicina (el componente que da su picor al chile) en individuos sensibles y no es considerada como una reacción alérgica.
Los individuos que son alérgicos al látex o a ciertos tipos de polen pueden también ser alérgicos al chile o sufrir del síndrome de alergia oral (también llamado síndrome de alergia oral al polen). El síndrome de alergia oral, usualmente causa una sensación corta de comezón, hormigueo o ardor y es poco probable que resulte en una reacción peligrosa. Cocinar o consumir el chile chipotle de lata o pelado puede ayudar a minimizar o incluso eliminar la reacción.
Los alimentos picantes pueden generar una irritación no dañina alrededor de la boca mientras el/la bebé los come o puede causar o empeorar rozaduras en el área del pañal. Habla con el/la proveedor(a) de salud sobre aplicar una crema o ungüento de barrera – como vaselina o algún aceite o cera vegetal- a la cara del/a bebé antes de las comidas y al área del pañal para evitar irritaciones por contacto.
Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza sirviendo una pequeña cantidad por sí sola durante las primeras porciones, y si no hay una reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en porciones futuras.
Sí. A pesar de que el jalapeño típicamente no se consume en cantidades significativas, ofrece vitamina C para mejorar el sistema inmune y la absorción de hierro, adicionalmente, contiene fibra y vitaminas A y E. También ofrece antioxidantes que dan soporte a la resiliencia que el cuerpo necesita para combatir factores estresantes.
Al contrario de las creencias populares, los bebés disfrutan de los sabores fuertes, incluyendo los del chile, pero es importante empezar con probaditas pequeñas y ajustar el nivel de picor de acuerdo al gusto de cada niño(a). El objetivo es evitar una experiencia negativa por exceso de picor y asegurarse de que el/la niño(a) no se confunda sobre cuáles alimentos son picantes por naturaleza. Para reducir el picor del chile, remueve las semillas y la médula (las venas en las que están las semillas) y prueba la comida antes de ofrecerla al/a bebé. Si te parece demasiado picante, ajusta para suavizar el sabor.
★Consejo: Balancea el picor sirviendo chile junto con alimentos cremosos como el aguacate, yogur natural, leche apropiada para la edad como leche materna/fórmula o de vaca. Los alimentos ácidos o con base de agua pueden intensificar el sabor.
No. El jalapeño típicamente no se consume en cantidades suficientemente grandes para generar un impacto en la popó de los bebés. Sin embargo, sí pueden jugar un papel importante en dar soporte al desarrollo de la microbiota intestinal del/a bebé (bacterias y microorganismos en los intestinos), que ayudan a tener una digestión sana. Habiendo dicho esto, el consumo excesivo de jalapeño puede causar malestar estomacal y posible irritación en el área del pañal debido al picor de los chiles, por lo que es mejor comenzar ofreciendo una pequeña cantidad cuando los introduzcas al/a bebé. Recuerda que los patrones de evacuación pueden cambiar de manera significativa de niño(a) a niño(a). Si tienes alguna preocupación sobre las evacuaciones del/a bebé y sus funciones digestivas, habla con tu pediatra.
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