Los bebés tienen incontables oportunidades de aprendizaje cuando inician la alimentación complementaria y continúan aprendiendo a medida que crecen y se convierten en niños pequeños. Cuando se trata de comportamientos como llenarse demasiado la boca de comida o de retener la comida en la boca, hay una curva de aprendizaje por la que la mayoría de los bebés tienen que pasar.
Pero, ¿por qué los bebés se llenan la boca de comida y qué se puede hacer al respecto? A continuación ofrecemos algunas recomendaciones de cómo ayudar a tu bebé a mantenerse a salvo y cómo reaccionar cuando tu bebé se mete mucha comida a la boca o la guarda en las mejillas.
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Hay dos cosas que pueden pasar cuando el/la bebé se mete demasiada comida a la boca: que se sobrellene la boca o que guarde la comida.
El sobrellenado es cuando un(a) bebé o niño(a) se lleva demasiada comida a la boca y eso interfiere con su capacidad para masticar y tragar con éxito.
Retener o guardar la comida es cuando un(a) niño(a) se guarda la comida en la boca durante un período prolongado de tiempo sin masticar ni tragar. Por lo general, los bebés y niños se guardan la comida en uno de los siguientes lugares:
Entre las mejillas
En la parte delantera de la boca
Contra el paladar
Los bebés se llenan la boca de comida por varias razones:
Todavía están aprendiendo cuánta comida es demasiada.
Les gusta jugar y probar los alimentos.
Simplemente no saben cómo tomarlo con calma… todavía.
El llenarse la boca de comida es común durante la infancia e incluso durante la niñez temprana. Nuestros especialistas en alimentación han observado este comportamiento en bebés haciendo BLW entre los 6-12 meses, mientras que en los bebés a los que se alimenta con un método diferente, este comportamiento tiende a verse más comúnmente entre los 9-18 meses.
El meterse demasiada comida a la boca parece ser una fase por la que pasan la mayoría de los bebés y ¡existe una buena razón para ello! Tu bebé está aprendiendo dónde está cada cosa dentro de su boca. Ya que no puede ver el interior de su boca, se basa en la sensación del tacto y la retroalimentación de los músculos de la lengua, la mandíbula y las mejillas. Esto ayuda a crear lo que se conoce como un “mapa” mental de la boca.
Crear un "mapa" de la boca desarrolla conciencia sensorial, puede tomar varios años en perfeccionarse, pero es indispensable para masticar y tragar de manera segura todas las diferentes texturas de comida.
Los bebés construyen un mapa de su boca al morder un pedazo de comida que toca varios puntos de su boca a la vez (es decir, la lengua, las encías, el paladar y los labios). Esto ayuda al/a bebé a relacionar cada una de estas áreas entre sí. De hecho, cuanto más grande, más firme y cuanto más sabor tenga el pedazo de comida, aportará más información sensorial. Entonces, cuando tu bebé se mete demasiada comida a la boca, esto le ayuda a tener una “imagen” más clara de lo que está pasando dentro de su boca. Sí, puede ser aterrador y arriesgado, ¡pero tiene un propósito!
Hay dos elementos a considerar cuando el/la bebé se llena la boca con comida: ayudar en el momento y ayudar a largo plazo.
Mantén la calma: Respira hondo y sé paciente. No quieres asustar a tu bebé y, aunque puede parecer una emergencia, no lo es.
Habla con tu bebé. Dile con calma: “Eso es demasiada comida en tu boca, escupamos”.
Enséñale a escupir: Anima a tu bebé a escupir la comida. Usando gestos exagerados, escupe un poco de tu propia comida con la lengua y coloca tu mano frente a la boca de tu bebé, listo(a) para atrapar su comida.
Retira la comida de la bandeja: Asegúrate de que tu bebé no siga metiéndose más comida en la boca.
Usa la gravedad si es necesario:Inclina a tu bebé hacia adelante suavemente para que la gravedad pueda ayudarle a escupir la comida. Si tu bebé se empuja hacia atrás, arrodíllate frente a él/ella para alentarlo(a) a mirar hacia abajo, lo que permite que la gravedad le ayude a escupir la comida.
No trates de sacar la comida con tus dedos: Deja que tu bebé lo resuelva. Si el llenarse la boca de comida se convierte en acumulación de comida (donde tu bebé no mueve la comida y la guarda en algún lugar dentro su boca), usa las estrategias que se describen a continuación para sacar la comida de la boca antes de levantarse de la mesa.
Julian, de 10 meses, se mete la mitad de un kiwi entero en la boca.
Como con todo lo relacionado con la alimentación, es importante pensar a largo plazo. El objetivo a largo plazo es criar a un(a) comedor(a) independiente, saludable, feliz y seguro(a).
Come con tu bebé: A los bebés les encanta ver y aprender. Ayúdalo(a) a superar rápidamente la fase de meterse mucha comida a la boca sentándose a comer juntos. ¡Observará y aprenderá de ti!
Habla con tu bebé: Cada vez que veas que tu bebé comienza a llenarse la boca demasiado, dile: “Parece que tienes mucha comida en la boca. Termina ese bocado primero”, o “despacio, tienes demasiado en la boca”.
Deja que explore:Una vez que tu bebé escupa la bola de comida, ¡no se la quites! Puede parecer asqueroso, pero ver, tocar e incluso dejar que tu bebé intente comerla nuevamente puede ser una experiencia de aprendizaje extremadamente valiosa. Puedes señalar la masa de comida y decir: “Mira, eso fue demasiado. Toma un bocado más pequeño”.
¡Ve a lo grande!Alrededor de los 9 a 12 meses de edad, es probable que tu bebé mastique mejor y sepa cómo escupir la comida, de ser necesario. Comienza a entrenarlo(a) para que dé mordidas pequeñas de trozos grandes de alimentos. A los bebés de alrededor de 9 a 12 meses les encanta recoger pequeños trozos de comida y practicar su agarre de pinza, pero cortar los alimentos en trozos pequeños en cada comida para bebés de 9 a 24 meses les niega la oportunidad de practicar la importante habilidad de morder bocados pequeños de un trozo grande de comida. Como siempre, muéstrale cómo se hace. Si tu bebé necesita apoyo, sostén alimentos más blandos en la parte delantera de la boca para que muerdan los dientes frontales, o enséñele a usar los molares con alimentos más resistentes, como la carne, donde aprenderá a morder, sostener y jalar.
Puede ser tentador tratar de evitar que se llenen la boca de comida poniendo solo un bocado a la vez en la bandeja de tu bebé. Sin embargo, no recomendamos hacer esto, ya que el meterse mucha comida a la boca tiene algunos beneficios y esta no es una solución a largo plazo. De todos modos, es probable que tu bebé supere la fase de llenarse la boca una vez que dejes de limitar la cantidad de comida que sirves en la bandeja a la vez.
Hay algunas razones por las que un(a) bebé o un niño(a) pequeño(a) puede guardar o retener comida en la boca. La razón más común es simplemente la falta de conciencia sensorial y/o coordinación de la lengua para masticar y tragar ciertos alimentos completamente. En su lugar, mastican o chupan la comida y la guardan o acumulan en la boca.
Algunos bebés pueden retener la comida por accidente, o es posible que la comida se mueva a un lugar en la boca donde el/la bebé no puede sacarla. Otros(as) bebés tienen un propósito al retener comida: la retienen en el mismo lugar cada vez porque no sienten que pueden tragar con seguridad.
Al igual que cuando se llenan la boca de comida, la retención de comida usualmente es completamente normal en bebés de 6-12 meses de edad, a medida que crean un "mapa" mental y aprenden los límites y espacios de su boca. El guardar o retener comida debería disminuir a medida que tu bebé construye ese “mapa” de su boca y conforme desarrolla la coordinación de la lengua y la fuerza de la mandíbula para masticar y tragar los alimentos con éxito. Es muy posible ver este comportamiento más allá de los 12 meses, particularmente con texturas difíciles de masticar.
Puede serlo. Cada vez que la comida se guarda en la boca por un período prolongado de tiempo o la boca está tan llena de comida que no se puede masticar por completo, existe un mayor riesgo de ahogamiento.
El llenarse la boca de comida puede parecer más peligroso y aterrador para un padre porque puedes verlo. La retención o guardado de comida puede parecer menos peligroso, posiblemente porque no es tan obvio y es más fácil de pasar por alto. Sin embargo, la retención de alimentos puede ser más preocupante que meterse mucha comida a la boca. Cuanto más tiempo permanezca la comida en la boca de tu bebé, es más probable que tu bebé o niño(a) se ocupe con algo más, posiblemente sin supervisión, y se olvide por completo de la comida, lo que representa un grave riesgo de ahogamiento. La retención o guardado de comida también conlleva un riesgo significativo de caries y decaimiento, ya que la comida se asienta durante un período prolongado en los dientes de tu hijo(a).
Si tu bebé o niño(a) pequeño(a) retiene comida y la guarda en sus mejillas, deberás abordar esto en el momento para lograr que saque la comida de la boca y ayudarle a romper el hábito con el tiempo.
Vigila a tu bebé de cerca. Si después de aproximadamente un minuto de masticar, no ha tragado, recuérdale a tu bebé que trague la comida. Puedes mostrarle tragando un poco de tu propia comida (o bebida) mientras te pasas la mano por los labios, a lo largo de la garganta y hacia el estómago.
Entrena a tu bebé: Si esta demostración no funciona, dile a tu bebé: “Puedes escupirlo”, y muéstrale cómo se hace usando gestos exagerados. Escupe un poco de comida con la lengua mientras sostienes la mano frente a la boca de tu bebé para atrapar la comida.
Ofrécele algo de tomar: Si modelar cómo hacerlo no funciona, ofrece un pequeño sorbo de agua, leche materna o fórmula. La intención es ayudar a “enjuagar” la comida y limpiar la boca. Lo ideal es ofrecer un vaso abierto en lugar de un vaso con popote. El vaso abierto permite que el líquido entre en la boca al frente para limpiar todas las áreas. Cuando bebemos con popote o pajilla, el líquido entra en la boca más atrás y puede no alcanzar la comida si está asentada hacia el frente de la boca.
Retira la comida con cuidado:Como último recurso, si los pasos anteriores no funcionan, deberás ayudar a tu bebé a sacarse la comida de la boca. Esto debe hacerse con sumo cuidado, ya que cada vez que pones tus dedos o un objeto en la boca de tu bebé, aumentas el riesgo de empujar la comida hacia su garganta, lo que es un riesgo significativo de ahogamiento. Sin embargo, dejar comida en la boca de tu bebé después de comer, también aumenta el riesgo de ahogamiento. Puedes limpiar la comida con tu dedo o con un cepillo de dientes. De cualquier forma, primero necesitas saber dónde está la comida en la boca de tu bebé, así que trata de ver pidiéndole que abra la boca. Introduce los dedos con mucho cuidado en la boca de tu bebé por el costado (la parte interna de la mejilla), no por el centro de la boca, y saca la comida.
Crea conciencia sensorial. Debes ayudar a tu bebé o niño(a) pequeño(a) a desarrollar la conciencia sensorial dentro de la boca, así como a desarrollar la coordinación de la lengua y la fuerza de la mandíbula para masticar los alimentos y moverlos hacia atrás para tragar. Esto viene con mucha práctica comiendo alimentos fáciles y difíciles de masticar. Los alimentos largos y resistentes en forma de palo son ideales para esto: 1) Costillas de res o cerdo con la mayor parte de la carne y todos los trozos de cartílago removidos; 2) semillas de mango con la mayor parte de la fruta cortada; 3) Maíz en mazorca con la mayoría de los granos cortados. Todos estos alimentos son extremadamente difíciles, si no imposibles de morder para un(a) bebé o niño(a) pequeño(a). Sin embargo, masticar o chupar estos alimentos fortalece y coordina los músculos de la mandíbula y la lengua de tu bebé, al mismo tiempo que proporciona mucha información sensorial para la mandíbula, las encías, la lengua y el paladar. ¡Esto ayuda a construir ese “mapa” mental de la boca! Tu bebé no obtendrá mucha nutrición de estos alimentos, así que considéralos como una oportunidad de ejercitar sus músculos y habilidades de alimentación.
Mantenlo sencillo.Cuando se trata de masticar y tragar alimentos, tu bebé puede retenerlos menos cuando son alimentos blandos y bien cocidos. Las texturas secas (como pan o pollo sin salsa) pueden ser más desafiantes. Evitar los alimentos secos durante algunas semanas puede ayudar a tu bebé a practicar la masticación y el movimiento de los alimentos para tragarlos, en lugar de desarrollar el hábito de guardar o retener los alimentos secos o difíciles de masticar. En unas pocas semanas, vuelve a intentarlo con alimentos más desafiantes.
¡Aumenta el sabor! Ofrece alimentos con sabores ligeramente ácidos o agrios, como naranjas o limones, puré de moras, salsa marinara y yogur picante, a tu bebé. Estos tipos de alimentos “despiertan” los músculos de la boca y aumentan el flujo de saliva, lo que prepara a tu bebé para tragar.
Asegúrate de cepillarle los dientes regularmente. Cepillar las encías, los dientes y la lengua de tu bebé dos veces al día también lo “despierta” y ayuda a desarrollar el “mapa” la boca.
Habla con tu bebé. Comparte lo que ves: “Ese bocado es algo gomoso. Todavía hay comida en tu boca. Tienes que masticar un poco más y luego puedes tragar”. O, “Tienes que seguir masticando ese bocado y luego tragarlo”.
Puede ser el momento de buscar apoyo si:
Regularmente encuentras comida en la boca de tu bebé o niño(a) pequeño(a) media hora o más después de las comidas.
Has probado las estrategias anteriores durante aproximadamente un mes y no ves ningún resultado.
Tu bebé se llena la boca de comida y retiene o guarda la comida en la boca, durante todas las comidas y con todo tipo de alimentos.
Discute las diferentes opciones con tu pediatra. Puedes encontrar apoyo con un terapeuta ocupacional o un terapeuta del habla que tenga experiencia en alimentación y deglución pediátricas.
Continúa leyendo para obtener más información sobre cómo crear un entorno seguro, formas y tamaños seguros de alimentos, y cómo diferenciar entre arcadas y ahogamiento.
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