Disfrutar de los días festivos o fiestas con bebés puede ser desafiante, pero también puede ser un buen recordatorio de lo que realmente importa durante estos días: pasar tiempo con nuestros seres queridos, y compartir nuestro tiempo, nuestros recuerdos y nuestra comida. Esperamos que nuestros consejos, a continuación, puedan darte un poco de paz mental en medio del caos.
Consejos para poder disfrutar del Día de Acción de Gracias con un(a) bebé:
Mide tus expectativas. A veces estas celebraciones grandes pueden ser abrumadoras para los bebés, lo cual puede afectar la cantidad de comida que comen. Sirve o trae contigo algunos alimentos que sabes que tu bebé comerá y disfrutará, y trata de enfocarte en la experiencia y los recuerdos, no en el consumo.
Incluye al/a bebé en la comida. ¡Tráelo(a) a la mesa! Retira la bandeja de la silla alta/trona y acércala a la mesa para que el/la bebé pueda ser parte de la experiencia familiar.
Si vas a casa ajena como invitado(a), prepara a tu anfitrión(a) de antemano acerca del posible desastre. Considera pedirle que la silla alta se coloque lejos del tráfico peatonal para que cualquier comida que se le caiga al/a bebé (o, seamos honestos, que arroje el/la bebé) no esté en un camino principal. De otra manera, siempre puedes sentar al/a bebé en tu regazo con una servilleta debajo de sus pompis para proteger tu ropa.
Si crees que la comida se va a servir fuera del horario del/a bebé y tu bebé no se adapta bien a los cambios de horario, dale de comer a la hora usual y luego llévalo(a) a la mesa con un juguete o utensilio mientras todos los demás comen. Consejo profesional: El hueso del pavo (sin carne y sin cartílagos) funciona como una “mordedera” fantástica y podría mantener al/a bebé ocupado(a) por un buen rato mientras que tú y el resto de la familia come.
Si vas a casa ajena como invitado(a), trae contigo un tapete (¡o dos!), un conjunto de ropa adicional, muchas toallitas húmedas, un vaso/plato para el/la bebé, y bolsas para los baberos y cualquier ropa sucia.
No te estreses por el sodio. Una comida o un día de comidas con más sodio de lo normal no va a hacer mucha diferencia, y siempre puedes compensar la ingesta de sodio adicional ofreciendo alimentos frescos, bajos en sodio durante el resto de la semana.
Ten cuidado con los alérgenos y los alimentos que puedan presentar peligro de ahogamiento. Muchos platillos, como los guisos, ciertos aderezos, ciertos postres y otros platillos populares del día de Acción de Gracias pueden contener alérgenos ocultos como lácteos, huevo, nueces de árbol y trigo, así que asegúrate de preguntar acerca de los ingredientes de los platillos que vayas a compartir con el/la bebé.
Usa un vaso con popote/pajilla en la mesa para minimizar derrames. Si no le has enseñado al/a bebé a tomar de un vaso con popote/pajilla, es posible hacerlo en menos de un día. Visita nuestra página sobre cómo beber de vaso abierto o vaso con popote/pajilla para obtener algunos consejos y videos rápidos.
¡Asegúrate de tomar todas las fotos temprano, cuando todos estén felices y limpios! Un bebé cansado o con hambre nunca es una buena fórmula para fotos familiares.
Cooper, 18 meses, come una pierna de pavo
Juliet Rose, de 8 meses, come cuñas de papa con orégano.
Amelia, 8 months, eats homemade cranberry sauce
Coles de Bruselas
Las coles de Bruselas ofrecen un delicioso sabor amargo y muchísima fibra, ácido fólico y otros nutrientes esenciales para bebés. Para bebés principiantes, entre más grande, mejor: opta por las coles más grandes que puedas encontrar y sírvelas, cocidas, en mitades o cuartos a lo largo. Algunos platillos de coles de Bruselas están glaseados con miel de maple u otros edulcorantes; una probadita de estas preparaciones está bien, solo asegúrate de que los platillos que compartes con bebés menores de 12 meses no contengan miel de abeja para minimizar el riesgo de botulismo infantil.
Salsa de arándanos
Si bien los arándanos frescos son un peligro de ahogamiento debido a su tamaño (pequeño) y su forma (redonda), las salsas de arándanos, ya sea compradas en el supermercado o hechas en casa, no deberían representar un riesgo.
Ejotes
Cuando se trata de compartir ejotes con tu bebé, entre más grandes mejor. Los ejotes cortados en pedacitos representan un riesgo de ahogamiento mayor, ya que los bebés pueden intentar tragarse estos pedacitos sin masticarlos y dada la forma de la vaina de los ejotes, esta puede ser de un tamaño similar a la tráquea de un(a) bebé. Sirve los ejotes enteros y cocidos para que el/la bebé los coma, y, aunque es probable que el/la bebé no pueda consumir mucho de este vegetal fibroso, ¡lo(a) puede mantener entretenido(a) por un buen rato!
Salsa Gravy
Si quieres compartir salsa gravy con tu bebé, puedes rociar un poco sobre su comida u ofrecerla como un dip. Si bien las salsas gravy tienden a ser bastante altas en sodio, una comida alta en sodio en el contexto de una semana entera de comidas no es preocupante. Cuando sirvas salsa gravy hecha en casa, asegúrate de eliminar cualquier pieza restante de carne o piel que pueda representar un riesgo de ahogamiento. Las grasas en la salsa pueden hacer que esta se ponga dura cuando se almacena en el refrigerador, por lo que si le vas a servir sobras de gravy a los bebés, asegúrate de que esté completamente recalentado y líquido, y que ya no esté muy caliente. Por último, ten en cuenta que el gravy puede contener alérgenos comunes: el gravy a menudo se espesa con harina de trigo, y el gravy comercial a menudo incluye otros alérgenos alimentarios comunes como los lácteos y la soya.
Jamón
Debido a que son muy altos en sodio y nitratos, es mejor esperar hasta después de los dos años para introducir la mayoría de los jamones, incluyendo los jamones curados y glaseados. Dicho esto, el jamón crudo cocinado en casa (también llamado jamón fresco) sí se le puede servir a los bebés a partir de los 6 meses de edad. Y si tienes un jamón curado o glaseado que te gustaría compartir con el/la bebé, un bocado como parte de la comida del día de Acción de Gracias está bien. Solo asegúrate de que el glaseado no contenga miel de abeja por el riesgo de botulismo infantil.
Papas
El puré de papas o los gajos grandes de papa (cocidos hasta estar suaves) son una manera fácil de compartir la comida del día de Acción de Gracias con el/la bebé. Incluso podrías ofrecerle una papa cocida entera, siempre y cuando esta sea sustancialmente más grande que la boca del/a bebé, pero lo suficientemente pequeña como para que el bebé pueda agarrarla de forma independiente. Siéntete libre de mezclar mantequilla, leche materna (humana), fórmula, cualquier leche de tu elección o algún queso bajo en sodio en el puré de papas para aumentar la nutrición. Deja que el/la bebé lo coma con sus manos o precarga una cuchara con un poco del puré de papas para que el/la bebé se autoalimente.
Tarta de calabaza
El pastel o tarta de calabaza y la mayoría de los otros postres que comúnmente se comen durante el día de Acción de Gracias usualmente son altos en azúcares añadidos. En general, sugerimos no introducir azúcar a la dieta del/a bebé hasta alrededor de los dos años, pero un pedazo de tarta en un día festivo no le va a hacer daño al paladar de tu bebé. Dicho esto, asegúrate de que el relleno de la tarta y la corteza estén libres de miel de abeja. La mayoría de las costras usualmente son seguras para los bebés, pero si te pone nervioso(a), siéntete libre de sólo compartir el relleno suave. Aparte del azúcar, la calabaza es rica en vitamina A, vitamina E, ácido fólico y fibra.
Relleno
Ya sea que lo sirvas como relleno (cocinado dentro del pavo) o como un platillo aparte (cocinado por sí sólo), el relleno varía ampliamente en sus ingredientes y preparación, así que ten en cuenta cualquier posible alérgeno alimenticio o peligro de ahogamiento antes de considerar compartirlo con el/la bebé. Si el relleno incluye ingredientes como nueces o salchichas, es mejor evitarlo para minimizar el riesgo de ahogamiento; puede ser difícil sacarle todos los alimentos de alto riesgo a una porción de relleno. Si todos los componentes del relleno están cocidos hasta que estén suaves y triturables, puedes compartir un poco de relleno con el/la bebé y que lo coma con sus manos. En términos de alérgenos, las recetas de relleno comúnmente incluyen lácteos (mantequilla), huevo, nueces de árbol y trigo (pan), aunque hay recetas que incluyen mucho otros alérgenos alimentarios.
Camote/Batata
Cuando está cocido hasta estar suave, el camote es un alimento maravilloso para los bebés, ya que es nutritivo y atractivo visualmente. Para los bebés principiantes, las gajos grandes y cocidos de camote o el puré de camote serán las opciones que serán más fáciles de agarrar y llevar a la boca. Si tienes planeado compartir una cazuela de camote con tu bebé, ten en cuenta cualquier alérgeno alimentario que pueda contener y cualquier ingrediente que pueda ser un riesgo de ahogamiento, así como los niveles de azúcar. Algunas recetas incluyen lácteos, huevos, nueces de árbol y/o trigo, los cuales todos son alérgenos comunes. Si bien el puré de camote no debe representar ningún riesgo de ahogamiento, las nueces o los malvaviscos pequeños representan un alto riesgo para bebés y niños pequeños, así que procura quitarlos antes de servirlo al/a bebé, o reserva parte de la porción de camote para el/la bebé antes de agregarle estos ingredientes
Pavo
La carne de pavo es bastante nutritiva para los bebés. Incluye proteínas, vitaminas B, y zinc, y mejor aún, incluye un hueso de muslo que, sin la carne y cartílago, puede usarse como “mordedera” y ofrece una excelente oportunidad para el/la bebé de practicar sus habilidades orales y motoras. La acción de roer en huesos usualmente no resulta en mucho consumo, pero sí ayuda a avanzar el conocimiento de los límites de la boca y a fortalecer la mandíbula rápidamente. Solo asegúrate de revisar y analizar el hueso cuidadosamente antes de ofrecerlo: lo ideal es ofrecer huesos fuertes y firmes, y sin astillas. Si te interesa que el/la bebé consuma más comida, también puedes ofrecer tiras largas y delgadas de carne de pavo sin piel o huesos.
Arroz silvestre (Manoomin)
El arroz silvestre o manoomin se puede introducir tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para los sólidos, ten en cuenta que el arroz puede dispersarse fácilmente en la boca y causar arcadas. Para minimizar las arcadas y la incomodidad, ofrece hamburguesas de frijoles, albóndigas de granos o albóndigas con manoomin cocido mezclado. De otra manera, puedes ofrecer gachas de avena o manoomin cocido mezclado en alimentos suaves que se puedan comer con cuchara, como puré de frutas, puré de verduras o yogur. Cualquiera de estos funciona como un “cemento” para el manoomin, lo que ayuda al/a bebé a agarrarlo y minimiza la dispersión en la boca.
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