Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
No
Alérgeno común
No
La carambola (fruta estrella) se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo(a) para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad. Si el/la niño(a) tiene alguna enfermedad renal, es posible que desees evitar la carambola, ya que las investigaciones han encontrado que consumir cantidades grandes de carambola puede ser tóxico para adultos(as) con condiciones que afectan el riñón.
Originaria del sudeste asiático, la carambola crece en árboles de climas tropicales por todo el mundo, donde se conoce por diferentes nombres—balimbing, fuang, kamaranga, kamrakh o ma fen, por nombrar algunos. El nombre anglicado de la fruta (“star fruit” o fruta estrella) sugiere una preparación común: cuando se corta transversalmente, las rebanadas quedan en forma de estrellas—una forma encantadora para estimular los sentidos de los bebés, niños(as) pequeños(as) y adultos(as) por igual. La carambola madura es dulce y ligeramente ácida, similar a la combinación de una uva verde con una pera casi madura. Las carambolas inmaduras son más ácidas y un poco agrias, como una manzana verde. La carambola a menudo se cosecha un poco después de que madura, cuando su piel verde ha comenzado a desvanecerse hacia un color amarillo dorado o naranja soleado, dependiendo de la variedad—algunas de las cuales son más dulces que otras. La fruta se puede comer cruda o cocida, en preparaciones saladas o dulces. Desde chutneys frescos y encurtidos en conserva, pasando por sopas de pescado y guisos de verduras, hasta bebidas heladas o ensaladas simples de carambola en rodajas espolvoreadas con sal y especias.
Sí—cuando se sirve con moderación. La carambola ofrece mucha fibra para la salud intestinal, además de que es relativamente baja en azúcar natural. También contiene mucha vitamina C para ayudar al cuerpo del/a bebé a absorber el hierro de origen vegetal, un nutriente importante que a menudo es bajo en la dieta de los(as) niños(as).
Ten en cuenta que la carambola puede contener una gran cantidad de ácido oxálico, un compuesto que se encuentra en las plantas y que puede unirse a los minerales del cuerpo. Para la mayoría de las personas, los oxalatos no son un problema, y de hecho, el cuerpo humano produce naturalmente sus propios oxalatos.Sin embargo, algunos estudios muestran que los niveles inusualmente altos de oxalato y otros compuestos en la carambola pueden ser tóxicos para adultos(as) cuando se consumen en exceso, particularmente en individuos con condiciones existentes que afectan los riñones.Habla con el proveedor de atención médica del/a niño(a) para obtener orientación acerca de si tiene una condición que afecta el riñón, o si tienes alguna preocupación o pregunta sobre este asunto.
¿Preocupado por los oxalatos? La carambola dulce contiene substancialmente menos oxalatos y es típicamente más grande, mientras que la carambola ácida contiene más oxalato y es más pequeña en tamaño.
★Consejo: Al igual que la toronja, la carambola puede interactuar con ciertos medicamentos. Si el/a niño(a) está tomando medicamentos, habla con su proveedor de atención médica antes de introducir carambola a su dieta.
No, pero las semillas sí lo pueden ser. Si bien la carambola entera es comestible (incluida la piel cerosa), retira las semillas antes de servir. Como siempre, asegúrate de crear un entorno de alimentación seguro y mantente al alcance del/a bebé durante las comidas.
Para obtener más información sobre ahogamiento, visita nuestra sección sobre arcadas y ahogamiento y familiarízate con la lista de peligros comunes de ahogamiento.
No. La carambola no es un alérgeno común, aunque, en teoría, uno puede ser alérgico a cualquier alimento.
Aunque no se reporta con frecuencia, algunas personas pueden experimentar el Síndrome de Alergia Oral (también llamado síndrome de alergia al “polen-alimento”) al comer carambola. El Síndrome de Alergia Oral generalmente produce picazón en la boca en un corto periodo y es poco probable que provoque una reacción peligrosa.
Como lo harías al introducir cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad en las primeras porciones. Si no hay reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad durante las próximas comidas.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
Corta la fruta transversalmente y sirve pedazos en forma de estrella. Retira la piel y las semillas después de cortar la fruta. Para los(as) bebés más jóvenes, puedes empezar cortando rebanadas gruesas. Si el/la bebé está mordiendo pedazos muy grandes de la fruta y está batallando para manejarlos, corta la fruta en corte más fino. Debido a que la carambola cruda puede ser firme, es posible que te sientas más cómodo(a) cocinándola hasta que esté blanda y sirviéndola como puré, o como rebanadas gruesas para que el/la bebé se alimente por sí mismo. ¡Las rodajas de carambola fría y/o congeladas son excelentes mordedores para cuando al/a bebé le empiezan a salir los dientes.
Ofrece rodajas finas de carambola cocida o cruda sin semillas (la piel se puede dejar o quitar) para que el/la bebé practique morder y rasgar. Si bien también puedes cortar la fruta en cubos (si la fruta esta blanda), hacerlo no necesariamente reduce el riesgo de ahogamiento. En caso de duda, corta la fruta en cortes finos.
Continúa ofreciendo rebanadas delgadas de carambola cocida o cruda y explora aumentar el grosor de las rebanadas a medida que el/la niño(a) se vuelve experto en morder, rasgar y masticar.
Si deseas quitar la piel (que es comestible pero difícil de masticar), corta la fruta transversalmente en estrellas primero, luego pela la piel de cada rebanada.
Lea más sobre cuándo un(a) bebé puede comenzar a comer sólidos en nuestra página de Preguntas frecuentes sobre comenzando a comer alimentos sólidos.
J. Truppi, MSN, CNS
V. Kalami, MNSP, RD, CSP
K. Tatiana Maldonado, MS, CCC-SLP, CBIS, CLEC
K. Grenawitzke, OTD, OTR/L, SCFES, IBCLC, CNT
Dr. S. Bajowala, MD, FAAAAI. Alergóloga e inmunóloga certificada por la Junta (sección de alergias)
Dr. R. Ruiz, MD, FAAP. Pediatra general certificada por la Junta y gastroenteróloga pediátrica
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